Los fondos buitres a los que culpo de la situación de corrida bancaria y fuerte aumento del riesgo país en el mes previo a la implantación del corralito, no eran ni los tenedores de bonos que los habían comprado porque confiaban en el país y mucho menos los ahorristas que habían depositado sus fondos en los bancos y que, naturalmente, no querían perderlos.
Los fondos buitres eran los que vendían a futuro bonos argentinos que no tenían y que apostaban al default y la devaluación para poder comprarlos fuertemente desvalorizados y así hacer una suculenta ganancia por la diferencia con el precio al que los habían previamente vendido. Esta operación se conoce como ¨shortear¨ o ¨»vender en corto» en la jerga financiera, significa vender un activo que no se tiene porque se apuesta a que va a bajar de precio y se va a hacer una ganancia con la diferencia. No es una operación que sea ilegítima y es habitual en los mercados de capitales..
Pero en una situación de crisis financiera y cuando aquellos operadores consiguen socios internos que también se beneficiarían del default y la devaluación y políticos ¨»idiotas útiles¨ que no entienden que el default y la devaluación van a producir un fuerte perjuicio a toda la población, los ¨¨¨¨»shorteadores¨ son buitres, porque esperan beneficiarse de la pérdida de los ahorristas, de los legítimos tenedores de bonos y de los trabajadores y jubilados.
Algunos de los lectores del post que publiqué ayer creyeron que yo aludí a los ¨fondos buitres en el mismo sentido que lo hicieron y siguen haciéndolo los kirchneristas. Eso no es correcto. ¨¨Lamentablemente, varios años después, el kirchnerismo llamó fondos buitres a los tenedores de bonos que no quisieron aceptar las condiciones leoninas que les propusieron en los canjes del 2005 y del 2010 e iniciaron legítimos reclamos judiciales ante los tribunales de los Estados Unidos. Los verdaderos fondos buitres no se quedaron con los bonos defaulteados. Por el contrario, los habían vendido sin tenerlos e hicieron su gran ganancia entregando al vencimiento de esas ventas los bonos defaulteados que compraron a precio vil.
Quienes estaban fuertemente endeudados en dólares y bregaban por la pesificación y la fuerte devaluación para licuar sus pasivos, tenían el mismo interés que los fondos buitres. Se iban a beneficiar con el default y la devaluación. El gran lobbista de estos grupos era Ignacio De Mendiguren.
Los idiotas útiles, que quizás sin saberlo, trabajaron en favor de los fondos buitres, fueron los políticos que creyeron que destruyendo la convertibilidad iban a reducir la pobreza y mejorar los salarios reales. También los periodistas que aplaudieron mi renuncia y que echaban la culpa de la crisis a la convertibilidad. Produjeron el efecto contrario. Pero sólo lo advirtieron luego de cometer el gran error de voltear al gobierno de De la Rúa. Por supuesto no lo iban a reconocer y se dedicaron a buscar un chivo expiatorio. Me eligieron a mí y pusieron en marcha una endemoniada campaña de prensa que llegó, incluso, a pedirle a un juez que se estaba por jubilar, que decretara mi detención con al absurda acusación de que yo era responsable de la exportación de armas a Croacia y Ecuador.
Muy pocos argentinos se animaron a defenderme en ese momento. Tuve la suerte que muchas personalidades del exterior, incluidos cinco premios Nobel de economía, publicaron en el New York Times una solicitada que asustó a los funcionarios y a los jueces corruptos, por lo que conseguí la absolución despues de estar preso durante 60 días.
Estimado Dr. Cavallo soy un profesor universitario a cargo de Cátedra ya jubilado desgraciadamente.
Si bien no tenía conocimiento de este manifiesto en su favor para mi no era necesario pues siempre lo consideré el mejor Ministro que tuvo la historia reciente y le agradezco de todo corazón los mejores momentos economicos que tuve en mi vida laboral como docente universitario y aunque formado en ciencias biológicas comprendí perfectamente su extraordinaria contribución por mas de 10 años a la economia de este pais. No me queda mas que agradecerle su enorme trabajo y capacidad intelectual. Sólo me quedan añoranzas de ese hermoso período.
Muchas gracias Luis Angel por su valoración y aprecio. Un fuerte abrazo
Estimado Dr.,
Con todo respeto y humildad me permito comentarle:
Mucho de lo que Ud dice en esta nota es literal, no obstante hay una parte de la explicación que se omite, seguramente porque desconoce cómo funciona lo que en las finanzas denominamos Relative o Hedge. Cuando Ud. dispuso que la AFIP tomara esos títulos públicos a Valores Técnicos para el pago de impuestos, generó una demanda artificial de dichos instrumentos con la consiguiente suba de precios que no reflejaban el riesgo de default. En ese entonces mi único capital era mi casa y si íbamos a Default, obviamente su valor caería abruptamente, al igual que los precios de los bonos, como finalmente sucedió. Vendí corto bonos argentinos no para especular, sino para hedgear o cubrir el riesgo de desvalorización de mi vivienda. Humildemente no me considero Buitre, jamás especularía contra mi país, hace 30 años que practico finanzas, mas de 20 haciendo docencia… Probablemente nunca termine de entender cabalmente a los mercados, pero hay algo que aprendi: los mercados ajustan por precio: Si hay algo relativamente caro (como nuestros bonos en ese entonces) se vende corto… si hay algo relativamente barato, se compra.
Un abrazo
No todas las ventas de cortos apuntaban a provocar el default. Pero la de los grandes especuladores si. Un abrazo
Dr cavallo,
Los mercados, especuladores y prevendarios siempre existieron y existirán, cuando ven una oportunidad de hacer ganancias van por ella, yo mismo si hubiera tenido el conocimiento en ese entonces habría vendido en short. El problema es anterior, es la inmoralidad de la deuda y el deficit fiscal. Dígame usted quien tomó dicha deuda y previamente generó déficit.
Los que shortean y al mismo tiempo tienen influencia política para llevar a un default, no son los especuladores normales. Déficits y deudas tienen todos los países y en proporciones mucho más altas que las que teníamos en 2001. El problema que desató la crisis financiera fue el endeudamiento de las provincias con los bancos a muy altas tasas de interés. Esa crisis se podría haber superado con una reestructuración ordenada de la deuda como la que estaba en marcha. Pero la acción de los que regaban por la pesificación y la devaluación, acompañados por los que shorteaban apostando a que ellos conseguirían su objetivo, llevó al desatre de 2002. Un abrazo