El control del gasto público es la única herramienta que el gobierno tiene disponible para evitar que la tasa de inflación salte por arriba del 6% mensual.
Aunque estuvo tentado de hacerlo durante diciembre y parte de enero, ya expliqué en informes anteriores que el gobierno no podrá atrasar más el tipo de cambio oficial. Tampoco podrá rebajar la tasa de interés ni esterilizar más de lo que ha venido haciendo la expansión de la base monetaria. Peor aún, si intentara utilizar alguno de estos instrumentos, estaría arriesgando el amesetamiento de la tasa mensual de inflación alrededor del 6% mensual y aumentaría la probabilidad de un salto devaluatorio capaz de generar un “Rodrigazo”.
Lamentablemente, las cuentas fiscales del mes de enero, muy diferentes según se lea el informe de la Secretaría de Hacienda (SH) sobre base caja o el de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), sobre base devengado, no permiten dilucidar si el gobierno tiene efectivamente el propósito de reducir la tasa de crecimiento nominal del Gasto Público.
En las cuentas de la Secretaría de Hacienda sobre base caja, el gasto total de la Administración Nacional aumentó en enero, con respecto al mismo mes del año anterior, el 115% mientras que, en las cuentas fiscales de la Oficina de Presupuesto del Congreso sobre base devengado, aumentó sólo el 78%. Dilucidar cual es la razón de esta diferencia, es clave para evaluar la posibilidad efectiva de que se reduzca el ritmo de crecimiento del gasto público. A esto se dedicará este informe.
Las cuentas fiscales del mes de enero de 2023
Los cuadros 1 y 2, presentan en forma resumida las principales cuentas fiscales para el mes de enero según la Secretaría de Hacienda y según la Oficina de Presupuesto del Congreso. El cuadro 1 presenta los valores en miles de millones de pesos y el Cuadro 2 muestra los porcentajes de variación entre 2022 y 2023.
La gran diferencia entre los datos de la SH en comparación con los de la OPC es particularmente expresiva en el renglon del Balance Fiscal primario. Mientras que según la SH en enero se produjo un déficit fiscal primario de 223 miles de millones de pesos (mm$), La OPC calcula un superávit fiscal primario de 325 mm$.
En el cuadro 2 se muestra el incremento de gastos e ingresos durante 2022 en comparación con el incremento presupuestado para todo el año 2023 (en rojo) y compara el incremento observado entre enero de 2022 y enero de 2023 según las cuentas base caja publicadas por la Secretaría de hacienda y las cuentas base devengado que aparecen publicadas por la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Lo primero que se destaca es que mientras el gasto total sobre base caja había subido 70% durante 2022 y para 2023 se presupuestó un incremento del 62%, durante el mes de enero el gasto total pagado aumentó 115%, casi el doble que el presupuestado. El incremento devengado durante el mes de enero fue de 78%, mas parecido al de todo el año 2022 y el presupuestado para todo el año 2023, pero aún así, mas elevado que ambos patrones de comparación.
De la observación de las cifras de los cuadros 1 y 2 surgen varios interrogantes relevantes para discernir lo que debe esperarse en materia de aumento del gasto durante 2023 y, consecuentemente, que déficit fiscal puede estimarse para el año completo.
Es muy probable que el gran aumento del gasto efectivamente pagado durante enero de 2023 se explique por la decisión de diferir gastos de 2022 para ser pagados en el primer mes de 2023, artificio contable para mostrar cumplimiento de las metas fiscales acordadas con el FMI. Si esto fuera así y en los meses siguientes dejaran de existir pagos diferidos, todavía sería posible conseguir que el aumento del gasto público no se aleje mucho, durante todo 2023, del que se produjo durante 2022.
Observar las cifras del gasto devengado durante el primer mes de 2023 puede ayudar a examinar la posibilidad de que el incremento del gasto público se modere y no agregue presión sobre la tasa de inflación.
El 78% del gasto devengado durante enero de 2023 surge de promediar un aumento del 123% de los intereses a cargo del Tesoro con un aumento del 70% del gasto primario. Éste es idéntico al porcentaje de aumento del gasto primario durante 2022 y apenas superior al 62% presupuestado para todo el año 2023.
Es muy probable que las cuentas fiscales según lo devengado de enero de 2023 dadas a conocer por la Oficina de Presupuesto del Congreso hayan sido utilizadas por el equipo económico para demostrar ante el FMI la intención de cumplir con las metas acordadas con esa entidad y con el presupuesto aprobado por el Congreso para todo el año 2023.
Las cuentas fiscales según lo devengado también son resultado de contabilidad creativa
Lamentablemente, no se puede dar crédito a las cuentas fiscales según lo devengado publicadas por la Oficina de Presupuesto del Congreso. No porque la OPC haya alterado las cifras de la contabilidad, sino porque la Secretaría de Hacienda omitió devengar importantes gastos que tendrán que pagarse inexorablemente. Así como en diciembre difirió pagos importantes que se terminaron haciendo en enero, en enero difirió devengamientos importantes que tendrán que hacerse en los meses siguientes. Esto surge claramente de las cifras que se muestran en el cuadro 3.
Son especialmente significativas las cuentas “subsidios económicos”, “intereses” y “gastos de capital”. intereses. Mientras que en enero de 2023 se pagaron 199 mm$ de “subsidios económicos”, sólo se devengaron 16 mm$, una cifra que es incluso 76% más baja que la que se había devengado en enero de 2022. Otra diferencia llamativa es la del rubro “intereses” por el que se pagaron 46 mm$ en enero 2023 y sólo se devengaron 261 mm$. Para la cuenta “gastos de capital” se pagaron 155 mm$ y se devengaron sólo 29 mm$, cifra que también es menor al devengamiento de enero de 2022.
Algo parecido ocurre con las cuentas “bienes y servicios”, “transferencias a provincias” y “transferencias a universidades”, aunque con porcentajes de subestimación menores a los de las tres cuentas mencionadas en el párrafo anterior.
Con contabilidad creativa no podrá el gobierno influir sobre las expectativas inflacionarias. Por el contrario, la poca claridad de las cuentas fiscales sólo agrega incertidumbre sobre el curso de la inflación en los próximos meses. Yo sigo pensando que el mejor resultado que Sergio Massa puede conseguir es que la tasa de inflación promedio no exceda del 6% mensual (o del 100% anual) hasta fin de año. Pero el riesgo de un Rodrigazo no ha desaparecido sobre todo si en lugar de aplicar medidas efectivas para el control del gasto público se apela a la contabilidad creativa pretendiendo engañar a los agentes económicos.