Buen discurso de Cristina frente a la UIA

Me causa mucha alegría poder elogiar a nuestra Presidenta por su discurso frente a la Unión Industrial Argentina. Como lo predije en mi post sobre cómo reaccionarían los Kirchner cuando enfrentaran el problema de la inflación, hace un año y medio, se han dado cuenta de que la devaluación permanente de nuestra moneda, lejos de hacer más competitiva a nuestra economía, llevaría a acelerar la inflación.

También me causaron satisfacción las reacciónes de los empresarios. No me sorprendió lo que dijo Rattazzi, porque sus declaraciones siempre fueron muy sensatas, pero sí me sorprendieron gratamente las de Lascurain. Como lo sostuve en mis posts «La UIA y su ilusión cambiaria» de 2005 y en el más reciente titulado «Cómo recuperar la competitividad industrial» era importante que los industriales cambiaran de discurso. La presidenta se les adelantó, lo que no es poco mérito.

Felicitaciones para Cristina y para quien la haya asesorado sobre esta materia.

Preparémonos para el viento de frente…

Ojala no llegue, pero hay una fuerte tormenta en el horizonte. Lo que fue un fuerte viento de cola puede llegar a transformarse en un fuerte viento de frente e incluso un huracán.

Hasta la semana pasada yo tenía la impresión que los Bancos Centrales y los Tesoros de los Estados Unidos, de Europa y de Japón iban a hacer los máximos esfuerzos por evitar que la crisis financiera se profundizara. No para proteger a los accionistas de las entidades financieras, pero sí para evitar que se produzca un proceso desordenado de liquidación de activos en respuesta a las urgencias por saldar pasivos con acreedores espantados. Tenía dudas sobre la fortaleza de las herramientas monetarias y fiscales que manejan esos gobiernos, pero no contaba con que decidieran no utilizarlas conforme a una regla clara de intervención frente a las crisis.

Lamentablemente el hecho de que en el caso de Lehman Brothers no aplicaron la regla que habían comenzado a insinuar cuando promovieron la compra de Bear Stern por parte de JPMorgan, ha creado ahora más incertidumbre sobre la suerte de los otros bancos de inversión y compañías de seguros e incluso de los bancos comerciales que han comprado bancos de inversión. En Argentina tenemos mucha experiencia sobre los problemas que crean las corridas bancarias cuando los acreedores, sean tenedores de bonos o depositantes comienzan a sospechar que los bancos y sus deudores no tienen capacidad de pago de todas sus deudas vencidas o por vencer en el corto plazo.

En la medida que los acreedores de los bancos de inversión y de las compañías de seguros que han recibido fondos de terceros para administrar, han vendido seguros de default o se han endeudado para comprar activos sobrevaluados en la época de bonanza, exijan la devolución de sus acreencias o el cobro de sus seguros ante la realización de los siniestros, los bancos de inversión y las compañías de seguros tendrán que vender sus activos, lo que provocará una nueva baja de su precio y mayores pérdidas. Y así sucesivamente. Es imposible predecir la caída final en el precio de los activos y cuando comenzarán las compras de oportunidad, único mecanismo que puede ponerle un piso a este proceso.

Es decir, que ya está en marcha una deflación de los activos, que comenzó con el precio de las viviendas en Estados Unidos y algunos países europeos, pero que se está extendiendo a los activos financieros y a muchos activos reales.

Sobre el efecto de un proceso semejante iniciado en los mercados de capitales luego de años de bonanza y exceso de optimismo tenemos un caso relativamente reciente y muy elocuente: Japón entre 1990 y 2001. Japón había crecido durante casi 40 años y a finales de la década del 80 era tanto el optimismo y el triunfalismo que se sobrevaluaron todos los activos. Sobre todo las propiedades inmobiliarias. Cuando se pinchó la burbuja comenzó una crisis financiera que mantuvo prácticamente congelada la actividad bancaria durante 10 años, sin que las empresas y familias se atrevieran a demandar crédito y sin que los bancos se animaran a ofrecerlos. La economía tuvo algunos años de recesión y toda una década de estancamiento.

Esto mismo puede pasar ahora con la economía global, al menos con la de los países más avanzados, Estados Unidos, Europa y Japón. La única luz de esperanza es que las economías de los países emergentes, básicamente China e India, logren seguir creciendo, no ya a través del impulso de la demanda por sus exportaciones sino a través del aumento de la demanda interna. Esto ocurrirá sólo si la estructura productiva de esas economías es suficientemente flexible como para reorientar su producción hacia el tipo de bienes y servicios demandados internamente. No es seguro que ocurra, pero es una posibilidad que permite alentar esperanza. Yo diría que tal como van las cosas en los países más avanzados, es la única posibilidad.

Por eso no cabe esperar que los precios de las commodities sigan creciendo. Muy por el contrario la tendencia será a la baja, tal como lo vienen insinuando los mercados desde hace un mes, y no bajarán a los niveles de la década del 90 sólo si China a India siguen creciendo. Además el crédito será muy escaso para la mayoría de los países, empresas y familias y nulo para países como el nuestro que aún no ha normalizado su relación financiera con el exterior.

Por consiguiente es imprescindible que el gobierno se prepare para ir reduciendo y finalmente eliminando los impuestos distorsivos, especialmente las retenciones a las exportaciones, que elimine también la inflación reprimida y luego de sincerar los índices oficiales ponga en marcha una política de estabilización como la que sugerí en mis cinco notas sobre la lucha contra la inflación. Por supuesto, como señalé entonces será imprescindible hacer el máximo esfuerzo por recuperar el crédito, aún en el contexto de crisis financiera global que estamos viviendo. De otra manera la estanflación que ya estamos sufriendo se tornará más grave y pondrá en peligro la paz social.

Hora Clave y un mensaje a los visitantes de mi sitio

Muchos de los visitantes de mi sitio me preguntaron si podíamos subir el video con mi participación en el programa «Hora Clave», que conduce Mariano Grondona. Maxi me envió un link a Youtube en donde se encuentra esa entrevista. Gracias a él la puedo incluir al final de este mensaje.

También quiero comunicarles que estaré el próximo jueves a las 23 en el programa «Las Cosas Claras» que conduce Clara Mariño en el canal de cable América 24.

Finalmente, como estoy recibiendo muchos mensajes y quiero contestarlos a todos, recién voy a poner un nuevo post hacia el próximo fin de semana. Mientras tanto voy a trabajar sobre mi sitio para organizar un sistema más eficiente de administración de los mensajes y sus respuestas. También trataré que sea más fácil navegar para leer el intercambio de mensajes y para hacer búsquedas. De paso veré que puedo hacer para evitar la acción de hackers que aparentemente están atacando a este sitio.


Entrevista en Hora Clave – Domingo 7 de septiembre de 2008.

Primera parte:

Segunda Parte:

Tercera parte:

Cristina debe invitar a Néstor, a Duhalde y a Lavagna para que se sumen a su gobierno

Los problemas que hoy enfrenta el gobierno de Cristina no fueron creados por ella. Son la responsabilidad conjunta de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner y por supuesto, del ministro al que la mayoría de la gente atribuye los éxitos de este período: Roberto Lavagna.

Cristina, en lugar de tener a Néstor susurrándole al oído, a Duhalde armando un futuro gobierno encabezado por Cobos y a Lavagna tratando de lavarse las manos y criticar una orientación de la economía que él puso en marcha y sobre la que instruyó a Kirchner, debería ponerlos contra las cuerdas e integrarlos a su gobierno.

Mi propuesta es la siguiente: que nombre a Néstor Kirchner Jefe de Gabinete, a Eduardo Duhalde Ministro del Interior y a Lavagna Ministro de Economía. Y los haga corresponsables del manejo de la economía y de la relación con las provincias. Ella tiene que asumir el rol de Jefa de Estado, como el Presidente de Francia y ocuparse de las relaciones exteriores, de la fuerzas armadas y de las políticas sociales y dejar que Néstor Kirchner actúe como Jefe de Gobierno en todos los demás aspectos.

El nombramiento de Néstor Kirchner será un acto de sinceramiento político Para usar dos imágenes rusas, Néstor Kirchner dejará de ser el Rasputín de la Zarina para pasar a ser el Putin de Medvedev.

Duhalde, ya que tiene tanta vocación de seguir en contacto con la dirigencia peronista y seducir a los radicales, debería aceptar el Ministerio del Interior. Tiene mucha experiencia, sobre todo en como manejar la relación entre la Nación y la Provincia de Buenos Aires, que es la que aparece enfrentando una situación más crítica. Si se niega, estará confesando que tiene vocación desestabilizadora.

Lavagna es la persona indicada para manejar el modelo económico que él ha creado y sobre cuyas bondades ha convencido a Néstor Kirchner. Además tiene muchos economistas profesionales, particularmente los autores del denominado Plan Fénix, que se desvivirán por ayudarlo.

A pesar de que Néstor, Eduardo y Roberto han tenido sus enfrentamientos, en un momento como éste, con tantos peligros en el horizonte, deberían dejar de lado viejas rencillas y trabajar juntos para el éxito del gobierno. Al fin y al cabo Duhalde es el responsable político de que Néstor Kirchner haya llegado a la Presidencia en 2003. Roberto Lavagna fue la tabla de salvación del gobierno de Duhalde y quien re-educó a Kirchner en la economía del Plan Fénix, desintoxicándolo de la ideología neo-liberal, que, según ellos y el propio Kirchner, yo le había metido en la cabeza.

En materia de economía y de relaciones con los gobernadores, Cristina los debería dejar hacer y deshacer a ellos. Entre la gente que la apoya o debería apoyarla no podrá conseguir mejores políticos en quien confiar esas responsabilidades.

No tiene ningún sentido que algunos se ilusionen con un Gobierno de Julio Cobos luego de una renuncia de Cristina. Sería un desastre para el país y para el propio Vicepresidente. Lo tironearán de todos lados de una manera infernal y le bloquearían su gobierno con paros, manifestaciones y atentados de todo tipo.

La gran misión política que tiene Julio Cobos, muy importante y merecida, luego de su valiente y sensata actitud frente al conflicto del campo, es la de reunificar al Partido Radical, lograr un acuerdo con los Socialistas y la Coalición Cívica y competir en una interna abierta con Binner y con Carrió por la candidatura a Presidente para el 2011 de una coalición Socialdemócrata que sea la alternativa al Peronismo. Para entonces, en mi opinión, el Peronismo volverá a representar a la vertiente Popular (en contraposición a la Socialdemócrata, como en Europa), con un candidato como Reuteman, Scioli, De la Sota, Romero, Rodríguez Saa, Puerta o el mismo Macri, que espero también compitan entre sí en una interna abierta.

Si Cristina adopta esta estrategia, podrá cumplir su mandato con dignidad. La historia la recordará como una presidenta a la que le tocó un período muy difícil y que supo estar a la altura de sus responsabilidades. Con respecto a Néstor Kirchner, Eduardo Duhalde y Roberto Lavagna, cualquiera sea la evaluación que la gente haga de sus gestiones, tendrán como mínimo el reconocimiento ciudadano de haberse animado a asumir una responsabilidad con generosidad política y sin cálculos especulativos sobre sus respectivos posicionamientos futuros.

Si tienen éxito perceptible para la gente y ojala lo tengan para bien de los Argentinos, alguno de los tres podrá ser el próximo Presidente. Y si no, al menos sus conciudadanos no podrán acusarlos de haberle escapado al bulto.

Espero que Cristina tome en serio mi propuesta. La hago con afecto y respeto y con la mejor intención de ayudar a sobrellevar con dignidad la pesada cruz que ha sido puesta en sus espaldas.