Para Grecia, una «devaluación fiscal» es mejor que una «licencia temporal» de la Eurozona.

(A continuación se transcribe la traducción que hizo Esteban Fernándes Medrano del artículo de Domingo Cavallo y Joaquín Cottani publicado en inglés en http://www.voxeu.org/index.php?q=node/4666)

Para Grecia, una “devaluación fiscal” es una mejor solución que una “licencia temporal” de la Eurozona. Martin Feldstein sostiene que, para mitigar los costos asociados con el ajuste fiscal, Grecia debería pedir a sus socios de la Eurozona “un permiso temporal para ausentarse con el derecho y la obligación de volver a un tipo de cambio más competitivo” (Feldstein 2010). Más específicamente, él sugiere que Grecia reintroduzca de nuevo el dracma a la par con el euro, devaluarlo el 23 %, y volver a la Eurozona unos años más tarde con un tipo de cambio más competitivo de 1.3 dracmas por euro.

Su propuesta no incluye una nueva denominación de contratos financieros de euros a dracmas (ya que esto sería lo mismo que el default de los contratos) sino que, simplemente, sería un cambio temporal de la unidad de valor usada para fijar precios y salarios en la economía. El objetivo es reducir los costos unitarios de mano de obra para incrementar exportaciones y reducir importaciones (suponiendo que el impacto de la devaluación sobre los precios locales es bajo o nulo) y, de esta manera, estimular la economía a fin de compensar la contracción esperada debido al inevitable ajuste fiscal que necesita Grecia para mejorar su solvencia (esto, a su vez, supone que el cambio de gasto debido al efecto de la devaluación pesa más que el efecto contracción debido a otras razones, como el efecto de balance y el aumento en los precios de importación).

Eurozona como Bretton Woods?

En esencia, lo que Marty propone es volver a crear dentro de la Eurozona el mismo mecanismo que existía bajo el sistema de Bretton Woods, que permitía a los países que enfrentan graves desequilibrios fiscales y externos ajustar sus tipos de cambio fijos, previa consulta con el FMI y los demás países que participan en el acuerdo.

En este sentido, la propuesta tiene cierta lógica, pero, lamentablemente, abre la puerta a cuestiones de credibilidad en otros países de la zona del euro, lo que la hace políticamente difícil de aceptar por todos.

Nosotros, sin embargo, estamos totalmente de acuerdo con Marty, que, a menos que se haga algo para mejorar la competitividad externa, el ajuste fiscal por sí solo no hará el trabajo de llevar la economía griega a estar de nuevo en pie. En Argentina, una regla monetaria similar a la que tiene Grecia hoy impidió que la economía se ajuste suavemente en 2001, cuando, ante una crisis de confianza y poco apoyo internacional, el gobierno se vio obligado a aplicar un drástico programa de ajuste fiscal. Las tensiones sociales causadas por ésta y otras medidas, incluyendo la aplicación temporal de control de capitales, condujeron a la caída del gobierno y la adopción, por una nueva administración, de políticas terriblemente equivocadas, precio que Argentina está todavía pagando hoy. Una de estas políticas fue la conversión forzada a pesos de los contratos financieros denominados en dólares de EE.UU., algo que (como Marty percibe correctamente) Grecia debería resistirse a hacer.

¿Es necesaria la devaluación  para mejorar la competitividad?

El punto en que discrepamos con Marty es su idea de que la devaluación del tipo de cambio es necesaria para restaurar la competitividad. En realidad, el mismo efecto puede lograrse por otros medios, que, al menos en el caso de Grecia hoy en día, son menos perjudiciales, por ejemplo, cambiando la estructura tributaria sin afectar la recaudación de impuestos.

En nuestra opinión, una de las razones por las cuales los costos laborales son elevados en Grecia, son los impuestos de la seguridad social. Estos importes son del 44% del salario bruto, de los cuales el 28% es pagado por el empleador y el 16% por el empleado. Juntos, estos impuestos aumentan € 33 millones para el sistema de seguridad social o poco menos del 14% del PIB. En contraste, el impuesto al valor agregado, cuya base es más amplia, recauda menos de € 32 mil millones. Y esto a pesar de que la evasión de impuestos sobre la nómina (particularmente entre los mismos empleados, pero también entre empresas) es conocida en Grecia, lo que no es sorprendente dado el alto nivel de estos impuestos.

Por supuesto, la razón por la cual hay menos recaudación de IVA que de los impuestos de la seguridad social, a pesar de la amplia base y la relativamente más baja evasión (en general, es más difícil de evadir el IVA que los impuestos sobre la nómina) es que la tasa efectiva de IVA es relativamente baja. La cuestión es el hecho de que, en Grecia, no hay uno sino varios tipos de IVA, que varía en los diferentes productos y regiones. Así, mientras que la tasa general es del 19%, la que se aplica a las necesidades básicas, como alimentos y medicinas, es del 9% y para los libros y periódicos es de 4,5%. Además, algunas islas griegas disfrutan de un IVA más bajo que el resto del país. Además de introducir distorsiones a nivel microeconómico, una tasa no uniforme del impuesto, reduce la recaudación de impuestos para un nivel dado de la tasa fiscal promedio por inducir el arbitraje impositivo. Conservadoramente, se podría decir que si el Gobierno griego aplicara una tasa uniforme del 15% en todos los sectores, podría cobrar la misma cantidad de dinero que recauda hoy bajo un sistema de tipo diferenciado con una tasa máxima del 19%.

 Utilizando el sistema impositivo en lugar de la devaluación, dada esta información, parece posible, en principio, rediseñar el sistema fiscal griego de tal manera de lograr la misma reducción en euros de los costos laborales que Marty tiene en mente, sin necesidad de requerir que Grecia salga de la Eurozona y sin sacrificio en la recaudación de impuestos. Esto se puede hacer:

* aumentando la tasa del IVA al 25%;

* aplicándola de manera uniforme en todos los bienes y servicios producidos en la economía, y

 * eliminando los impuestos al trabajo ya sea en su totalidad o permitiendo a las empresas que compensen los pagos contra el IVA (de estas dos opciones, nosotros preferimos la última, ya que garantiza la continuidad del financiamiento del sistema de seguridad social, mientras que recompensa a las empresas que cumplan con sus obligaciones de impuestos laborales).

El siguiente cuadro muestra cómo llegamos a esta conclusión. Aumentando la tasa del IVA al 25% y haciéndola uniforme aumentaría la recaudación del IVA por € 21 mil millones (de € 31,5 a € 52.5 millones de dólares). Esta es la misma cantidad que se perdería, si se permite a las empresas registrar como crédito al IVA los pagos de impuesto sobre la nómina salarial (es decir, el 28% de los salarios que los empleadores contribuyan a la seguridad social).

Mientras que el efecto sobre la recaudación tributaria es neutral, el efecto sobre la economía no lo es. Bajo nuestra propuesta, los costos laborales totales (la suma de los salarios brutos y los impuestos de nómina) se reducirían desde € 96 millones a € 75 mil millones. La diferencia de € 21 mil millones es, en términos porcentuales, similar a la que Marty tiene en mente. Sin embargo, ausente el efecto contractivo de la devaluación, el impacto sobre la competitividad debe ser mayor, tal vez de manera significativa. Naturalmente, algunas empresas se beneficiarán más que otras. Pero, a menos que se quiera premiar a los evasores de impuestos, no habría nada que lamentar.

Como nota final, debemos señalar que esta medida, junto con otras, incluyendo una reducción nominal del 13% en los salarios del sector público y una reestructuración ordenada de la deuda pública en poder de los acreedores nacionales, se aplicaron con éxito en Argentina durante 2001.

Si no fueron suficientes para evitar la crisis monetaria y de deuda que se produjo a finales de ese año fue porque – después de haber prometido apoyo financiero a cambio de la aplicación de estas medidas – el FMI decidió repentinamente tirar del enchufe a la Argentina anunciando, en noviembre de 2001, que no desembolsaría los fondos que había prometido, lo que provocó una corrida masiva de depósitos bancarios y bonos soberanos y precipitaron la crisis.

Esperamos que Alemania, Francia, y los otros países de la Eurozona no cometan con Grecia el mismo error que el FMI cometió con Argentina.

Tabla 1. Cómo funciona una «devaluación fiscal»

                                                                             (en billones de euros)

                            Actual                   Propuesta 
Recaudación  Tasa  Base Costo laboral Tasa Recaudación  Costo laboral
IVA bruto        31.5  15% 210.0   25%      52.5  
Crédito Salarial –               21.0  
IVA neto        31.5              31.5  
Imp s/salarios        21.0  28%  75.0        96.0 28%      21.0        75.0
Total        52.5              52.5  

 

Enseñanza de la Crisis. España, Argentina, Duhalde y Terragno.

                              Publicado por Diario Perfil el domingo 28 de febrero de 2010.

Tengo la esperanza de que la triste y dolorosa experiencia de Argentina 2001-2002 le ayude a los españoles a tomar la sabia decisión de mantenerse dentro del Euro y encuentren la forma de superar los desequilibrios que ha acumulado la economía española en la última década, sin abandonar su pertenencia plena a Europa.

España está comenzando a sufrir los mismos problemas que nosotros sufrimos desde mediados de 1998 en adelante: la reversión del ciclo expansivo que se había dado hasta ese año. Ese ciclo se había iniciado gracias al clima de confianza que crearon las decisiones de principios de los noventas de integrar Argentina al mundo y de adoptar un régimen monetario que significaba un compromiso firme con la estabilidad de precios y la seguridad de los contratos y compromisos.

España gozó de una expansión económica incluso mucho mayor y más larga que la que había conseguido Argentina hacia 1998, basada en una elevada tasa de inversión que se financió, en gran medida, por ahorro externo: el déficit en cuenta corriente de su balanza de pagos. Ese déficit, que no es otra cosa que el ahorro externo que decidió volcarse a España para financiar su expansión económica, dio lugar, como no podría ser de otra manera, a una elevada deuda externa (más privada que pública). En los últimos seis años, como también había ocurrido en Argentina desde 1997 en adelante, el déficit fiscal estuvo aumentando, a pesar del fuerte incremento de la recaudación impositiva que venía asociado a la expansión económica.

Hoy España, como Argentina desde 1998, se enfrenta al difícil desafío de reducir significativamente ambos déficits: el de la cuenta corriente de su balanza de pagos y el de sus cuentas fiscales. El desafío es muy grande, porque en España, como ya había ocurrido en Argentina en aquella época, las circunstancias externas se han tornado adversas y sus costos internos (particularmente sus costos laborales, tanto públicos como privados) se han incrementado más que la productividad de su economía.

La fuerte apreciación del Euro, que llegó a valer 1,60 dólares desde un precio que era apenas la mitad de ese valor en el año 2001, produjo para España el mismo efecto que produjo en Argentina la fuerte apreciación del Dólar entre 1998 y 2001. Hay que tener en cuenta que en España la moneda es el Euro, como en la práctica lo era el Dólar en la economía Argentina de aquel entonces.

¿Que harán los dirigentes políticos españoles? Yo espero que encuentren la forma de producir ordenadamente los ajustes que son inevitables: bajar simultáneamente el nivel de su gasto público y reducir también sus costos internos, particularmente los costos laborales. Tendrán que adoptar las mismas medidas fiscales y laborales que comenzamos a tomar en Argentina en los años 2000 y 2001 y que significaron un enorme costo político y pérdida de popularidad para el Gobierno de De la Rúa. Va a ser muy costoso políticamente para el Gobierno de Zapatero, como lo sería igualmente para un Gobierno del Partido Popular si estuviera ahora en el poder. Pero es muy importante que el Partido Popular no adopte la posición que en Argentina adoptaron los peronistas y radicales de la Provincia de Buenos Aires, quienes decidieron destruir el régimen de convertibilidad y consiguieron aislar a Argentina del Mundo.

Estoy seguro que el Partido Popular nunca va a considerar siquiera esa posibilidad, porque sería sacar a España de Europa. Ellos saben que si hoy España decidiera “pesetizar” su economía, transformando todos los contratos que hoy tienen al Euro como moneda y luego dejar que la Peseta flote frente al Dólar, se produciría la misma catástrofe que ocurrió en el Año Nuevo de 2002 en Argentina. El gasto público de España y los costos laborales tendrían una gran reducción, mucho mayor a la necesaria, como ocurrió en Argentina en 2002, pero el costo social y económico para los españoles sería enorme y muy extendido en el tiempo.

España quedaría aislada del Mundo como estuvo la Argentina desde 2002 en adelante. Y, como está ocurriendo aún hoy en Argentina, ocho años después, España volvería a estar infectada de inflación y sin crédito para seguir financiando su progreso. Seguramente, como ocurrió en Argentina durante los últimos ocho años, España podría seguir teniendo servicios públicos e infrestructura, gracias a la fuerte inversión y modernización que consiguió su economía desde que se integró a Europa y adoptó el Euro como moneda, Pero ocho años después España seguiría viviendo el mismo estado de frustración y desesperanza que hoy se vive en Argentina.

Después de todo el daño que las decisiones del Gobierno Argentino le causó no sólo a los argentinos sino también a los españoles que habían invertido en nuestro País, espero que al menos la triste y dolorosa experiencia argentina le sirva a los españoles para darse cuenta que la decisión de integrarse a Europa y la adopción del Euro son las verdaderas Políticas de Estado que les han permitido progresar y que, si las mantienen, podrán llevar a cabo, ordenadamente, los ajustes inevitables que deben preceder a una nueva etapa de progreso.

La experiencia de España, si logra superar su crisis actual sin destruir su régimen monetario y sin aislarse de Europa, será también beneficiosa para nuestro país. Posiblemente ayude a quienes hoy hablan de acordar Políticas de Estado en la Argentina, particularmente Duhalde y Terragno: se den cuenta que Políticas de Estado eran las que habíamos acordado y decidido en el Congreso Nacional en la década del 90. Lástima que ellos contribuyeron a destruirlas…

 

La aceleración inflacionaria es alarmante

Los periodistas están reflejando el fenómeno cuando entrevistan a la gente que sale del supermercado. Pero la mayoría de los economistas profesionales siguen sosteniendo que la inflación anual estará apenas sobre el 20 % anual y la mensual algo inferior al 2% mensual. Creo que se equivocan por dos omisiones: primero no siguen los datos diarios de la inflación y se guían por los datos mensuales y anuales que se publican una sola vez al mes. Segundo, vienen subestimando la gravedad de la situación fiscal, la que debe ser medida no por la caja sino por los compromisos que el Gobierno ha venido adquiriendo.

Al primer error lo pueden subsanar entrando todos los días al sitio www.inflacionverdadera.com. Allí podrán encontrar la evolución diaria de la inflación para el rubro Alimentos y Bebidas del Índice de Precios al Consumidor y de la Canasta Básica. También pueden calcular la evolución diaria de la tasa de inflación mensual, sobre la base de los últimos treinta días comparados con los treinta días inmediatamente anteriores. Estas tasas, calculadas diariamente, coincidirán, al final de cada mes con las tasas anuales y mensuales que habitualmente observan los economistas, acostumbrados a esperar las estadísticas oficiales, que siempre se han publicado con esa frecuencia. Pero ahora, no sólo es importante que los economistas miren a las estimaciones privadas, porque las oficiales vienen siendo retocadas para abajo desde enero de 2007, sino que es importante que aprovechen la información diaria, que se ha hecho disponible desde que los supermercados venden por internet.

Pruebas al canto. Quien entre hoy (17 de febrero de 2010) al sitio www.inflacionverdadera.com podrá descubrir que la tasa de inflación anual del rubro Alimentos y Bebidas del IPC ya está en el 24 % y el de la Canasta Básica en el 23,2 %. En el mismo sitio se podrá observar que la inflación anual se ha venido acelerando rápidamente. Al 17 de noviembre, sólo tres meses atrás era del 16,5%, al 17 de diciembre del 19,1% y al 17 de enero del 19,9% (para encontrar estos números en el mencionado sitio hay que ir moviemdo el cursor sobre el cuadro titulado «Inflación Anual». Hoy, 17 de febrero ya está en el 24% anual!

Es interesante destacar que es posible ir teniendo la variación diaria de la tasa de inflación mensual. Este dato será  incluído en aquel sitio a partir de hoy.Yo la acabo de calcular tanto para el rubro Alimentos y Bebidas del IPC como para la Canasta Básica y me dá 3,7 y 4,2% respectivamente. Se trata también de un impresionante salto con respecto a la tasa mensual que prevaleció en los meses anteriores, simpre ubicada alrededor del 2 % mensual.

La mayoría de los economistas profesionales siguen hablando de una tasa anual del 20 % y de una tasa mensual algo inferior al 2 %, no sólo porque no están analizando la evolución diaria, sino porque cuando hacen sus análisis macroeconómicos siguen mirando sólo las cifras de los déficits fiscales de caja del Gobierno Nacional y de las provincias. Es muy importante que analicen además la evolución del verdadero déficit fiscal, que resulta no de los ingresos y egresos de caja de cada mes, sino de los compromisos que el Gobierno va asumiendo y que, aunque demore algunos meses o años en pagarlos, tarde o temprano, ahora más temprano que tarde por la falta de crédito y por los amparos judiciales, tendrán que ser afrontados.

Yo he venido recomendando la lectura atenta de los informes semanales que prepara la gente de IDESA y que se pueden leer en el sitio www.IDESA.org , porque ellos son los que mejor han venido estimando los compromisos aún no atendidos del Sistema de Seguridad Social, que constituyen, junto con los subsidios a las empresas de servicios públicos y las contrataciones de obras públicas, las principales bombas de tiempo fiscales que el Gobierno viene activando al mejor estilo de los años 80s.

La carne aumentó 40% en 30 días

Este es el título de un muy interesante análisis publicado hoy en www.inflacionverdadera.com. Además de la información, corte por corte de carne, tal como se vende en supermercados, es muy interesante observar que la acción de Moreno lo único que consigue es que los cortes con precios controlados desaparezcan de las góndolas. Nada de esto debe sorprender y mucho menos considerar que la culpa la tienen los ganaderos. Se trata, ni más ni menos, que del efecto bumerang que han tenido los controles de precios desde tiempo inmemorial.

Un reportaje radial que me hizo Willi Kohan

Willi Kohan: Señores, que suenen las trompetas. Lo tenemos en línea a Domingo Felipe Cavallo, ex ministro de Economía. Tenemos hasta las diez de la noche para hacerle preguntas a Cavallo porque, imagínese cómo está la Argentina: está todo el mundo asustado con la inflación, con lo que puede pasar con el dólar, con lo que puede pasar con los Kirchner, cómo viene la mano con Reutemann. Cavallo los conoce a todos, ¿no es cierto? Además hay una incertidumbre mundial sobre el dólar, el euro, la soja, qué puede pasar con Obama, con Bernanke. Estimado Domingo Felipe Cavallo, un abrazo. Willi Kohan aquí, en radio El Mundo. ¿Cómo anda?

 

Domingo Cavallo: ¿Qué tal, Willi? Muy bien.

WK: Un gusto saludarlo y, obviamente, va a ser interesante escucharlo un poquito. La verdad que no sé muy bien por donde empezar, pero le diría, los argentinos estamos un poquito asustados con el tema de la inflación. Recuerdo que hace como 25 años, cuando yo empezaba a hacer periodismo económico, llamábamos a un economista de la Fundación Mediterránea en Córdoba, que era Cavallo; bueno, en esa época también -eran los 80- hablábamos de la inflación Después vino todo lo que vino y Cavallo se convirtió en una especie de ídolo y villano, según e qué lado lo miremos, pero siempre es interesante con él hablar de economía. Así que lo escuchamos. ¿Qué pasa con la inflación y qué puede pasar, estimado Cavallo?

DC: Está pasando lo que yo anticipé en un libro que escribí en octubre de 2008: sufrimos “Estanflación”. Entrábamos ya en un período en que la economía argentina estaría estancada, quizá en algunos trimestres declinando, en otros expandiéndose, pero básicamente estancada. Y con un problema cada vez más grave de inflación; una inflación que tiene que ver con la represión de los precios que el gobierno ha venido haciendo durante varios años y que siempre produce un efecto bumerang.

Por ejemplo, se tratan de controlar los precios de la carne y de la leche manteniéndolos artificialmente bajos, desalentando la producción, y en algún momento esos precios terminan subiendo, y cuando suben lo hacen mucho más que lo que lo hubieran hecho de haberse dejado funcionar normalmente los mercados y haberle dado los estímulos apropiados a los productores. Y eso pasa en todos los sectores. Imagínese cuando se actualicen los costos de transporte urbano, cuando se actualicen plenamente los precios de la energía, del gas… Todos esos fenómenos de represión económica que se han acumulado desde el 2002 en adelante constituyen una inflación reprimida que va a ir aflorando en los próximos meses.

Por eso visualizo un panorama muy complejo en este frente, que se agrava día a día, porque, por otro lado, el gobierno ha venido gastando desmesuradamente. Lo hizo aprovechando que pudo recaudar mucho por el alto precio de la soja y de otros productos de exportación; y también porque echó a manos a los impuestos más increíblemente distorsivos; pero todo eso tiene un límite. Además se apropió de los fondos de los jubilados, se apropió de todos los fondos que había en algún lado en la economía argentina y ahora ya se queda con déficit y la única forma que tiene de financiarlo es con emisión monetaria y, por supuesto, eso hace que el problema inflacionario sea mucho más grave.

WK: Domingo, el último episodio de todo esto ha sido el caso de las reservas del Banco Central, de Martín Redrado. Me gustaría hablar del tema en dos aspectos: por un lado la cuestión, digamos, de fondo; es decir, si a su juicio, en alguna medida Redrado tenía razón o no; y después, (…) se habló mucho de usted; se habló mucho de la pelea que usted en su momento tuvo con Redrado, y también de la pelea que en su momento usted -pelea me refiero técnica- tuvo con Pedro Pou cuando fue la salida y cuando usted le recomendó a De la Rúa separarlo a Pou del Banco Central. Así que en los dos casos me gustaría conocer cual es su opinión.

 

DC: Redrado tuvo razón en negarse a depositar en una cuenta gubernamental reservas del Banco Central contra una Letra a diez años al 1,5% de interés que le iba a colocar el gobierno, porque si él hubiera cumplido con ese Decreto de Necesidad y Urgencia hubiera incurrido en violación de sus obligaciones como funcionario público. Así que a mí me parece que el que actuó realmente mal es el Gobierno; primero, al dictar ese Decreto de Necesidad y Urgencia, y segundo, al decidir la remoción de Redrado.

Después reconoció el segundo error, porque pidió consejo al Congreso, que es algo que está previsto en la Ley Orgánica del Banco Central, es decir que solamente se puede remover a un presidente con el consejo previo, en ese sentido, del Congreso. Pero todo esto fue una suerte de pantomima.

Todo esto no tiene nada que ver con lo que ocurrió cuando el gobierno de De la Rúa dispuso la remoción de Pou, porque en realidad, el Congreso venía reuniéndose, citándo a Pou y a los banqueros; y el Congreso fue el que recomendó la remoción de Pou. Yo, lo mismo que antes López Murphy, y creo que también en el mismo sentido Machinea, había venido respaldando a Pou y recomendándole a De la Rúa que no lo removiera. Pero hubo un momento en que yo dejé de darle ese respaldo y me avine a que fuera removido, como lo recomendaba el Congreso, porque él estaba haciendo declaraciones que me parecían inconvenientes para el momento crítico que vivía la Agentina. Pero ahí no hubo ninguna violación de las normas en vigencia, como después lo reconoció la Suprema Corte de Justicia. La remoción de Pou no tiene nada que ver con la remoción de Redrado.

WK: Está bien, pero convenga conmigo que se ha hecho mucho paralelismo, por eso era importante conocer su opinión. Ahora, volviendo ahora. Ahora, lo que se está discutiendo en el Congreso, -por lo que uno ve- Ya no se discute si hay que usar las reservas o no hay que usar las reservas, sino, lo que se está discutiendo con los gobernadores, con los senadores, es cuanto le toca a cada uno. Ya parece que… ¿Y esto está bien o mal?

 

DC: Es que no ser trata de las reservas sino que se trata de la emisión monetaria que, obviamente, se va a producir porque hay enormes déficits, tanto del gobierno nacional como de las provincias. Y le emisión monetaria…

WK: ¿Pero cómo? ¿Como era la maquinita de los 70, de los 80? ¿De eso estamos hablando?

DC: Por supuesto. El Banco Central le va a dar préstamos al Gobierno…

 

WK: Redescuentos, digamos.

 

DC: Sí. O directamente le va a comprar bonos, títulos. Lo que han tratado de hacer con este Decreto de Necesidad y Urgencia es disimular o esconder este mecanismo de emisión monetaria. Pero si el gobierno se apropia de reservas para hacer pagos, en realidad lo que esté recibiendo es un préstamo del Banco Central y con ese dinero está comprando las reservas; porque, obviamente, al Banco Central no se le pueden quitar las reservas, hay que pagárselas; pero como no tiene recursos genuinos para pagarle, en definitiva le está pidiendo un préstamo. Por lo tanto, para mí, es sólo el inicio de algo que era totalmente previsible: que es que el Banco Central va a terminar financiando al Gobierno Nacional y a los gobiernos provinciales…

WK: Todo esto lleva, Cavallo, a otro gran tema de la Argentina, que es la famosa historia del dólar ¿Qué pasará con el dólar? Pero vio que muchos dicen que a diferencia de lo que pasaba en los 70 y en los 80 como ahora existen 100 millones de toneladas de granos, y los granos valen el doble, o el triple de lo que valían cuando usted era ministro de Economía, que se va sacando, que por eso el dólar no estalla. ¿Usted cómo ve la historia del dólar para adelante?

 

DC: En realidad, el precio del dólar estuvo sostenido por el Banco Central a niveles mucho más altos que los que hubiera determinado el Mercado. Si el Banco Central hubiese seguido una política de lucha contra la inflación como la de Brasil, hoy el precio del dólar en la Argentina no sería muy diferente al precio del dólar en reales. Así que hay que partir por ese lado. No me parece a mí que se pueda decir que el precio del dólar está objetivamente atrasado Hay muchos otros precios, por ejemplo el precio de la electricidad, del gas…

 

WK: Ese está uno a uno, (…) convertibilidad eléctrica, digamos

 

DC::: que están  muchísimo más atrasados, en todo caso, que el dólar. Y en relación a esos precios, el dólar está adelantado. Eso, con respecto al tema de los precios relativos de la economía. Pero el valor que el dólar finalmente tiene depende mucho de la política monetaria que haga el gobierno; si el gobierno entra a emitir pesos descontroladamente, como a mí me parece que se prepara para hacer en los próximos meses, obviamente, va a llegar un momento en que la gente se va a asustar y va a salir a comprar dólares como forma de evitar la desvalorización de sus pesos: evitar pagar las consecuencias de la desvalorización de sus pesos. Cuando la gente salga a comprar dólares, por más que haya muchos dólares de exportación que se vendan en el mercado, la cantidad de dólares que la gente puede demandar como consecuencia del exceso de pesos es muy elevada. En mi opinión, este gobierno va a tratar de impedir que se escape el precio dólar oficial, pero, si emite todo lo que se propone, no va a poder impedir que se escape el precio del dólar en el mercado paralelo.

 

WK: Es decir, usted lo que está viendo, eventualmente, es un clásico de los 80, un desdoblamiento del Mercado Cambiario, digamos.

 

DC: Sí. Formal o informalmente. Porque si cuando la gente empiece a comprar dólares, el gobierno acentúa los controles de cambios, dice: “sólo se venden dólares para tales o cuales usos, y en estas cantidades y no más”, la gente va a tratar de satisfacer su demanda en un mercado paralelo; o a lo mejor el Banco Central o el gobierno autoriza que haya un mercado libre o dispone un desdoblamiento cambiario. Yo dudo que sigan esta vía, porque prefieren siempre esconder los fenómenos informales; y a lo mejor van a hace como en Venezuela, que prohíben hablar del mercado paralelo; pero el precio del Bolívar, en el mercado paralelo, está a la mitad que en el mercado oficial. Es decir, el precio del dólar en bolívares está al doble que en el mercado oficial.

WK: Lo llevo un ratito a la situación internacional y después hablamos un poco de política interna. Sobre todo esto que se esta diciendo de que… ¿Vio que hoy hubo clima de que puede empezar -no hoy, hoy especialmente, pero últimamente hay clima de que puede empezar a subir la tasa de interés en Estados Unidos porque los estímulos, que ya la economía empieza a reactivar un poquito, si bien el desempleo no termina de caer mucho, aunque algo cayó en Estados Unidos. Hay quienes hablan de la recaída, del problema que hay ahora en la eurozona; el dólar, que parecía muy débil contra el euro, resulta que no está tan débil contra el euro, pero sigue débil contra los bienes; fíjese que contra la soja, contra el petróleo el dólar sigue bastante caído. Ayer un productor agropecuario me decía que una jaula de novillos -tema que está muy de moda ahora- vale us$30.000. Claro, el tipo estaba muy contento. Me parece que lo que no se daba cuenta es que el dólar no vale nada; no es que los novillos están muy caros. Así que me gustaría saber cómo la ve usted, Domingo, sobre esta discusión a nivel mundial y el viento de cola y toda esa historia.

DC: Como ha habido una recesión muy grande y muy generalizada, obviamente, está habiendo, sigue habiendo una gran emisión de dólares por parte de un país que, en líneas generales, inspira confianza, como es Estados Unidos, y tiene una moneda que es demandada. Entonces, es natural que Estados Unidos pueda mantener baja la tasa de interés de corto plazo. Yo creo que la va a mantener baja por bastante tiempo, hasta tanto haya una sensación de recuperación plena de la economía, no sólo de los Estados Unidos sino de la economía global.

Pero esto no impide que empiecen a subir las tasas de interés de mediano y largo plazo en los propios Estados Unidos. Y a mí me parece que van a subir las tasas de mediano y largo plazo, porque van a comenzar a aumentar las expectativas inflacionarias. Frente a tanta emisión de dólares y tanto afán de estimular la demanda para evitar que la recesión se transforme en una depresión, obviamente, la gente, dentro de un marco general de aceptación del dólar como moneda, sin embargo prefiere ir teniendo stocks de mercancías, por supuesto, de oro y de minerales. Y también esto alcanza a las mercancías tipo soja y todos los productos agropecuarios; aunque en este último caso juega más la fortaleza de la demanda china, india y de algunas economías emergentes que siguen creciendo rápidamente. Así que hay un síndrome inflacionario global en ciernes, pero que yo no lo veo como inminente. Se va a ir observando en el precio de las mercancías, lo que en inglés llaman “commodities”. Pero como fenómeno generalizado de inflación y fenómeno que se reflejen las tasas de interés de mediano y largo plazo de los bonos de Estados Unidos y otros países, va a demorar todavía unos dos o tres años.Creo que es un fenómeno que se está incubando también, con respecto al dólar.

WK: ¿Usted diría que de toda maneras, por lo menos en el 2010, Argentina en ese sentido va a seguir disfrutando de lo único bueno que se ve que… porque no depende de los argentinos, que es de lo que viene de afuera, digamos?

 

DC: Yo creo que la situación de bonanza externa en favor de las exportaciones argentinas prácticamente se ha dado en forma ininterrumpida desde el año 2003 en adelante, y eso explica el crecimiento que tuvo por algunos años nuestro país; pero esa bonanza no es suficiente para neutralizar todos os errores gravísimos que se han venido cometiendo y que ahora afloran de la manera que describí antes.

WK: (…) algo por el euro. ¿Cómo ve el tema este de los pigs?

 

DC: El Euro se había apreciado demasiado, porque Europa, sobre todo Alemania, venía insinuando que no iba a acompañar la política monetaria laxa de los Estados Unidos, que iba a mantenerse más firme en la lucha contra la inflación, en evitar que haya inflación en el mediano y largo plazo como consecuencia de excesiva emisión monetaria. Entonces, ese conservadorismo de la política monetaria europea llevó a que el euro se fortaleciera mucho frente al dólar. Pero esa fortaleza del euro le crea problemas a los países que tienen al euro como moneda pero que no alcanzron el grado de competitividad y la disciplina fiscal de Alemania. Es lo mismo que pasó cuando el dólar era muy fuerte y nosotros estábamos atados al dólar. ¿Qué ocurre? Una economía que había perdido competitividad, como la Argentina, porque había habido devaluación del real, porque habían aumentado algunos costos internos…

WK: No nos vamos a pelear. Los impuestos había aumentado en los 90, también; pero bueno.

DC: Los impuesto no, todo lo contrario, habían disminuido. Bueno, mire la tasa que…

WK: No. Contra ahora, claro, puede ser, pero en esa época, acuérdese cómo el IVA había aumentado (…)

 

DC Bueno es que el IVA no es un impuesto que influya en los costos. Los impuestos que influyen en los costos son los aportes patronales jubilatorios, son una serie de impuestos que… Por ejemplo, precios de insumos exageradamente altos por protección o cosas por el estilo, ¿no? Pero, de todas maneras, lo que le quiero decir es que la fortaleza del Euro, obviamente, pone en una situación difícil a los países de Europa que habían perdido competitividad, y sobre todo los que tenían cuentas fiscales más desequilibradas.

WK: ¿Usted cree que puede haber algún peligro de que esos países quieran salirse del euro y devaluar?

 

DC: No. Yo creo que no, precisamente porque la experiencia argentina demuestra que eso no es solución, sino que agrava los problemas. Yo creo que en Europa estos países se van a mantener dentro del euro; por supuesto, van a tener que hacer disciplina fiscal, como comenzó a hacer la Argentina, pero bueno, después se la sustituyó por un golpe brutal, como fue la devaluación; pero allá eso no va a ocurrir.

Van a tener que hacer disciplina fiscal; van a tener que tomar medidas para recuperar la competitividad. Pero me da la impresión que Alemania y los países fuertes de Europa van a ayudar a que estos países más débiles puedan sobrellevar y evitar una crisis financiera, un default de sus deuda o corridas contra sus bancos. Se trata de la ayuda que nosotros no recibimos y que prácticamente condujo a la crisis financiera que luego se transformó en las medidas que adoptó Duhalde en el 2002. Yo creo que en Europa no va a pasar lo que pasó aquí; creo que sí van a tener que hacer mucha austeridad; van a tener que tomar mediadas para recuperar la competitividad; los países más fuertes van a tener que apoyar a los más débiles para que no haya crisis de deuda y crisis financiera en esas economías.

WK: Y algunos euros tendrán que imprimir. También, ¿no es cierto?

DC: Por eso mismo. Porque van a tener que imprimir muchos euros; y la política europea va a ser tan laxa e materia monetaria como la americana, yo creo que es natural que el euro se haya debilitado y a lo mejor se siga debilitando. Pero, con todo, el euro está todavía a uno treinta y tanto…

WK: Sí, hoy casi uno treinta y siete y medio.

 

DC: Cuando en el año 2001 sólo bastaban 0,82 centavos de dólar para comprar u euro. O sea que aún hoy el euro está fuerte.

WK: Hay quines dicen que la historia suya de la convertibilidad, ampliada con el euro, llegó tres, cuatro años antes, que fue demasiado antes, si no por ahí hubiera andado, ¿no es cierto? Porque acuérdese que el euro llegó a 1,60 contra el dólar; después, no le digo que hizo la gran Duhalde; agarró el dólar a 0,80 contra el euro y lo dejó en 1,60. A los ahorristas americanos que tenían los dólares en los bancos, le digo, mucho favor no les hizo. Está bien que le tiraron las Torres Gemelas, también, en el medio.

 

DC: Claro. De todas maneras, la idea mía de la convertibilidad ampliada era que cuando se llegara a la igualación entre el euro y el dólar, a partir de ahí el peso no estaría fijo ni con respecto al euro, ni con respecto al dólar, ni con respecto al promedio de las dos monedas, sino que podría fluctuar entre el dólar y el euro, que era una forma de ir introduciendo flexibilidad y permitiendo que se pudiera hacer política monetaria en la Argentina; pero siempre impidiendo que nuestra moneda se desvalorice con relación a la más débil de las dos, e impidiendo también que tenga que ser tan fuerte como la más fuerte de las dos. Pero esa, lamentablemente, es una historia que pudo ser pero no fue.

WK: Volviendo al presente político -y con esto vamos cerrando- No creo que nadie no recuerde la vos de la persona con la que estamos hablando. Estamos hablando con Domingo Cavallo, ex ministro de Economía; obviamente, un libro abierto en materia económica, también, y sobre todo en materia de economía internacional, que siempre es interesante escucharlo. Peor ahora vamos a hablar un poquito de política interna. ¿Cómo está viendo todo este escenario? Hay mucha especulación sobre el futuro del peronismo. Hay muchos que dicen “El peronismo difícilmente termine acompañándolo a Kirchner hasta dentro del cementerio”, es decir, como que esa historia anda dando vueltas. Aparecen algunos liderazgos; aparece lo e Reutemann; el caso de De Narváez. ¿Cómo está viendo el fenómeno del peronismo? ¿Qué es lo que usted cree que va a ocurrir allí? Y en todo caso ¿Cómo está viendo a los otros? El fenómeno de Cobos y los radicales y el sector que está allí, más cercano a la Coalición Cívica? ¿Cómo ve la política de aquí al 2011, Cavallo?

 

DC: Yo creo que el Peronismo va a dejar de apoyar a Kirchner. Kirchner eventualmente, se quedará con algo muy residual, pero nada importante. No creo que los dirigentes políticos lo vayan a acompañar al cementerio y se vayan a enterrar con él. Yo creo que en ese sentido va a haber dirigentes del peronismo que van a tomar el liderazgo; a mí me gustaría que fuera Reutemann, creo que es el hombre que está en mejores condiciones de apelar no sólo al voto peronista sino al voto independiente y formar u gobierno responsable. Yo veo también a De Narváez a un hombre que puede aportar mucho en ese sentido; y ojala se pongan de acuerdo con Reutemann para ofrecerle una alternativa superadora al peronismo. Yo veo muchos otros dirigentes peronistas…

 

WK: Duhalde, a su juicio ¿suma o resta ahí?

DC: No. Yo creo que Duhalde seguramente va a apoyar una buena alternativa, y me da la impresión que él, más bien, trata de pasar a la historia como un ex presidente que apuntale a un futuro gobierno, sea peronista o sea radical. Yo creo que es como una especie de mea culpa que él está haciendo y promete darle a un futuro gobierno al apoyo que no le dio, por ejemplo, al gobierno de De la Rúa. Porque yo siempre le recriminé que en lugar de ponerse a complotar contra el gobierno de De la Rúa, lo que tenía que haber hecho es haber ayudado en ese momento difícil. Pero, de todas maneras, para no volver al pasado, yo creo que Duhalde va a ayudar a que un futuro gobierno, sea peronista, sea radical o sea liberal lo que sea, sea apoyado por dirigentes con trayectoria

 

WK: Usted fue siempre un hombre muy crítico del radicalismo; y el radicalismo se la ha agarrado con usted también, mucho a lo largo de la historia. Está el fenómeno Cobos. Hay quines dicen que Cobos es un hombre, bueno, como que el más peronista de los radicales, una cosa así dicen, en términos de pragmatismo. Peor hay figuras también, del radicalismo, que están cerca de él. ¿Usted cómo lo ve a Cobos ante una posibilidad de que no aparezca un candidato peronista y finalmente pase esto, lo que dice Duhalde, que el próximo no va a ser…?

 

DC: Yo lo veo muy bien a Cobos en el sentido de que es un hombre que demuestra sensatez; además, todo el mundo reconoce que es un hombre honesto. Creo que hay buenos dirigentes radicales, por ejemplo el senador Sanz, u Oscar Aguad, que son muy buenos dirigentes. Y hay muchos otros dirigentes buenos, siempre los hubo en el radicalismo. A la que yo critiqué fue la dirigencia radical de la Provincia de Buenos Aires, que siempre estuvo trabajando junto con la dirigencia peronista de la provincia de Buenos Aires para, no precisamente apuntalar al gobierno nacional, sino más bien, para moverle el piso.

Pero, en realidad, yo creo que el radicalismo es u partido que también tienen una tradición que podría proveerle gobernabilidad a la Argentina, y en ese sentido lo veo bien posicionado a Cobos, pero con una situación de incomodidad política mucho mayor, por ejemplo, que la de Reutemann. Porque Cobos está en una posición institucional muy difícil, que, obviamente, los que no lo quieren, se la enrostran permanentemente, entre ellos la señora Carrió.

Además, Cobos, creo que tiene sobre sus espaldas la responsabilidad, eventualmente, de completar el período de Kirchner, si es que los Kirchner decidieran irse del poder.

WK: En ese sentido… Mire, justo iba a preguntarle este tema. En primer lugar, digamos. ¿Cuánto impacto político económico, desde su punto de vista, podría tener un escenario de ese estilo? Y en todo caso si a su juicio Cobos se tiene que quedar o se tiene que ir. Porque me parece que…

 

DC: Para mí, Cobos no se tiene que ir, ni se puede ir ,porque él es vice presidente en una situación institucional muy compleja de la Argentina. Y yo creo que hay un peligro, y no es que haya un complot en contra de los Kirchner, eso hay que descartarlo, pero sí hay un peligro de que los Kirchner sigan buscando excusas para en algún momento decir “Nos vamos”. Para mí, todas las torpezas que han venido cometiendo tienen un poco de ese ingrediente; es como decir “peleamos todo a muere, a todo o nada”. “Y si no nos dan lo que queremos, tenemos la excusa para decir no nos dejaron gobernar”

Si eso llegara a ocurrir, obviamente que Cobos tendría que hacerse cargo de rol de vice presidente y gobernar a la Argentina. Y yo, a ese escenario lo veo como sumamente peligroso, porque está claro que hay en el horizonte, un conjunto de decisiones que son muy difíciles de tomar, son las decisiones que los Kirchner quieren evitar tomar, o quieren postergar hasta el próximo gobierno, y que, de alguna manera, se vería obligado a decidir quien lo reemplace. Y con el tipo de apoyo que los Kirchner han tenido, de Moyano, de los piqueteros, de las Madres de Plaza de Mayo, etc. imagínese a un Cobos teniendo que hacerse cargo de un país prácticamente al borde del abismo, como lo están dejando los Kirchner. Esa es la situación difícil que yo veo en el rol de Cobos.

Pero yo pienso que Cobos es un hombre que, en caso de tener que asumir la responsabilidad de gobernar al país, debería recibir el apoyo de prácticamente todo el espectro político para que pueda sacar a la Argentina de este atolladero. Pero de todas maneras. Ojala ese escenario no se de; ojala Cobos pueda ser -Cobos o quien los radicales dispongan- un candidato alternativo a Kirchner, que yo creo que en caso de recibir el respaldo popular también va a poder gobernar bien  desde el 10 de diciembre del 1011.

Yo veo un escenario futuro donde es factible que haya un buen gobierno. Uno, digamos, de origen peronista -y ahí me imagino a alguien como Reutemann- y otro de origen radical -y ahí me imagino alguien como Cobos. Por supuesto, nadie tiene la bola de cristal; muchas cosas pueden ocurrir de aquí a octubre del 2011, pero no hay que desesperar. Yo creo que…

WK: Se habla mucho de Chávez en la Argentina. Digamos, el gobierno dice que estamos en Honduras, la oposición dice que estamos en Venezuela -todos exageran, obviamente, un poquito- Pero fíjese que la región… Antes de empezar a hablar con usted comentábamos lo que ha sido, desde mi punto de vista, la noticia del día, que fue esta espectacular presentación que hizo José Mujica, nada menos que en Punta del Este, imaginémonos, donde recibió un respaldo impresionante de más de dos mil empresarios de todos lados. Fíjese lo que pasa en Chile. Yo creo que usted a Piñera lo conoce, ¿no es cierto? Entiendo que estudiaron juntos usted y Piñera, el próximo presidente de Chile..

DC: Así es.

WK:.. Parecería como que Argentina está rodeada de cierta moderación en términos económicos, políticos; tanto Chile, incluso…. Bueno, ni hablar, el caso de Perú, Paraguay; en Bolivia hay dos Bolivias, evidentemente. ¿Cómo ve usted toda la situación regional, en ese sentido, para la Argentina?

DC: Yo soy optimista porque creo que hay suficientes evidencias de que la ruta que Argentina tiene que seguir no es la de Venezuela, sino, precisamente, la de Chile, la de Uruguay, la de Perú, la de Colombia, la de México, la de Brasil Todos estos países que acabo de mencionar son países que están andando muy bien, desde todo punto de vista, desde el punto de vista institucional político y desde el punto de vista de su organización económica, sus relaciones con el mundo; han logrado crear un buen clima de inversión; han logrado dominar la inflación -en todos estos países hay inflación baja y nadie ve e la inflación como un problema- Y, por otro lado, tenemos el ejemplo de los países que han seguido la ruta parecida a la nuestra, o que se han anticipado a nosotros en la ruta a la que nos conducen los Kirchner, que es Venezuela.

Venezuela está en una situación, yo diría, prácticamente terminal, con una crisis energética pavorosa siendo que es un país lleno de petróleo, con inflación descontrolada, con escasez ce todo tipo de productos, con un disconformismo social extremo pese a la política clientelista que ha llevado adelante. Yo creo que ningún futuro gobernante sensato de la Argentina va a seguir imitando a Venezuela. Yo creo que hay suficientes ejemplos de países exitosos en nuestra región, países donde hay un sentido de prosperidad, una sensación de prosperidad, como para que imitemos. Así que, en ese sentido, por más que tenemos dos años por delante muy difíciles, yo creo que tenemos, claramente, un rumbo del cual no nos vamos a poder sustraer, porque cuando uno está bien rodeado y hay buenos ejemplos que imitar, es bastante fácil encontrar el camino.

WK: Domingo Cavallo. Hemos hablado casi más de cuarenta minutos con él. Hacía tiempo que no lo escuchábamos por la radio. Le agradecemos. Obviamente, que haya elegido hablar con nosotros para comunicarse finalmente con la gente, que esto es de lo que nosotros trabajamos. Y realmente ha sido un gusto hablar con usted. Nos peleábamos bravo con Cavallo cuando era ministro de Economía. Pero bueno, esto también demuestra que han pasado los años y aquí estamos. Realmente le mando un gran abrazo. Ha sigo un gusto y muy útil hablar con usted esta tarde.

DV: Pero eran peleas no personales; eran peleas por ideas, por percepciones de la realidad;…

WK: No. Obviamente.

DC:.. ésas más que peleas son las confrontaciones naturales de una democracia, y para eso están los medios de comunicación.

 

WK: Ahora las peleas son peores, son más bravas.

DC: Lamentablemente ahora pelean para ver quien termina sendo propietarios de los medios. No son las ideas sino los intereses los que confrontan…

WK: Le mando un gran abrazo. Domingo Cavallo, ex ministro de Economía. No hay mucho, digamos, de uno de los personajes, obviamente, más interesantes y más polémicos de la política y de la economía en la Argentina, casi diría yo de los últimos treinta años.