Alguien usurpó mi identidad en twitter

Hoy me sorprendió ver publicada en Perfil una supuesta predicción mía sobre el futuro del sistema de comunicaciones en nuestro país. Por supuesto, yo nunca hice esa predicción. Sin embargo aparece acompañada de mi foto. Según el diario esa predición fue trasmitida por una cuenta de twitter que ellos creen que es mía. La cuenta se identifica como @dfcavallo. Cuando ingresé a ella me encontré con una burda falsificación de identidad y una larga serie de mensajes sin sentido. La acabo de denunciar a twitter y espero que la suspendan indefinidamente de manera inmediata. La única cuenta de twitter que yo he abierto es @DomingoCavallo,, que está directamente ligada a mi blog www.cavallo.com.ar.

Me apresuro a trasmitir esta información a los visistantes de mi blog, porque presumo que esta usurpación de identidad no es casual. Pienso que tiene el propósito de engañar a la gente con algún afán propagandistico pro-gubernamental. Circulan evidencias de que en la SIDE se ha montado un operativo para infectar internet con mensajes falsos a los blogs destinados a mostrar apoyos al Gobierno y desacreditar a quienes lo critican, Tengo la sospecha que esta usurpación de identidad se inscribe en esa estrategia.

Medida en dólares de valor constante, la jubilación mínima apenas alcanza hoy a la de los 90s.

Varios de los visitantes del blog me indicaron que para comparar la jubilación en dólares, debería tener en cuenta la inflación de los Estados Unidos. Lo he hecho y los resultados acentúan la conclusión del post anterior. La jubilación media en dólares de valor constante de diciembre de 2009 era 500 en diciembre de 2001 y sólo 284 en diciembre de 2009. Es decir que nueve años atrás la jubilación media en dólares constante era 76 % más alta que la que se paga hoy.

Hecha la misma comparación para la jubilación mínima, resulta que, en promedio, durante los 90s ella era de 218 dólares de valor constante, prácticamente el mismo valor que tiene hoy. En otros términos, todos los aumentos de la jubilación mínima desde 2002 en adelante que el Gobierno tanto publicitó, apenas han conseguido retornarla al valor que’tuvo, en promedio, durante la década de los 90s. En otros términos, tampoco es cierto que el Gobierno haya concedido aumentos significativos a la jubilación mínima, si es que se hace el cálculo a dólares de valor constante.

A algunos visitantes del blog les ha llamado la atención que la jubilación mínima medida en dólares de valor constante disminuya entre 1991 y 2001 mientras la jubilación media aumenta mucho. La explicación es precisamente la inflación de los Estados Unidos. Como la jubilación mínima en dólares corrientes se mantuvo constante en ese período, al hacer el cálculo en términos de dólares de valor constante, esa jubilación se va reduciendo.

A continuación agrego la imágen con el gráfico de la jubilación a dólares constantes. La diferencia con el gráfico del post anterior radica en que en aquel se mostraba la jubilación en dólares corrientes.

La jubilación media es hoy mucho más baja que en el 2001

El Gobierno argumenta permanentemente que en la actualidad las jubilaciones son más altas que en los 90s. Ese es otro engaño de los tantos a los que nos tienen acostumbrado los Kirchner y sus colaboradores.

La jubilación media en diciembre de 2009 ascendió a 1078  pesos. En diciembre de 2001, corregida por el efecto del aumento del costo de la vida, la jubilación media fue de 1330 pesos. Es decir un 23 % más alta.

Medida en la moneda norteamericana, mientras la jubilación media había sido de 412 dólares en diciembre de 2001, en diciembre de 2009 fue de sólo 284 dólares.  Es decir que al final del régimen de convertibilidad la jubilación media medida en dólares era 45% más alta que a fines del año pasado.

El Gobierno compara la jubilación mínima. Pero este análisis es engañoso porque en diciembre de 2001 sólo 15% de los jubilados cobraban la mínima, mientras que en la actualidad más del 70 % de los jubilados cobran ese haber jubilatorio. En otros términos, la jubilación que cobraban esos mismos jubilados que hoy cobran la mínima, en 2001 cobraban, en promedio, bastante por arriba de la mínima.

Para quienes quieran ver la serie completa desde el año 1971 decidí subir a este sitio la planilla excel en la que hice los cálculos. Lamentablemente no es fácil conseguir esta información en Internet, porque ni el ANSSES ni el INDEC publican estas cifras de manera fácilmente accesible. A continuación se pueden ver los gráficos de la jubilación en dólares y a precios constantes de diciembre de 2009 entre 1971 y 2009.

 

 

El gran desafío de gobernar en el año 2012

                                                                         Por Domingo Cavallo, para Perfil

No está claro que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner vaya a lograr llegar a las elecciones de Octubre de 2011 sin que los síntomas de la crisis fiscal hayan adquirido magnitudes impresionantes para la gente que tendrá que votar y elegir un nuevo gobierno. Pero tampoco está claro que la política de mentir en todos los frentes y apelar a todas las reservas de ahorros y capital, aún de las que están muy lejos de pertenecer al Estado, no les va a permitir seguir escondiendo aquellos síntomas y continuar con el cuento de la economía en crecimiento, con equilibrio fiscal  e inflación controlada. Tienen a su favor, la bonanza de las economías emergentes, en especial las asiáticas, que los vienen ayudando sin interrupción desde 2003 y las reservas de capacidad productiva que se acumularon gracias a la fuerte inversión modernizadora de los 90s. Estas últimas se están agotando, pero la bonanza del mundo emergente por el momento parece inagotable.

Lo que es cada vez más claro es que quienquiera que gane las elecciones del año que viene va a enfrentar un año 2012 muy complicado, al menos en el ámbito de la economía y de la situación social. La crisis fiscal se manifestará de manera dramática y, si Argentina no recupera rápidamente el crédito público, el riesgo de aceleración inflacionaria será muy elevado. Los cuellos de botella en la producción por falta de inversión se habrán multiplicado y aparecerán claramente reprimidos muchos precios de bienes y servicios que ya no podrán mantenerse artificialmente por debajo de sus costos. Las demandas de ajustes salariales serán cada vez más frecuentes y la presión fiscal generada por la necesidad de financiar subsidios alcanzará magnitudes extravagantes.

Los juicios contra el Estado con sentencias en firme, desde las que responden a reclamos de los Jubilados hasta las que se derivan de los reclamos por violación de los tratados de garantía de inversiones externas y por incumplimiento de obligaciones financieras, tendrán una magnitud mucho mayor que la que tenían a fines de la década de los 80s, cuando 13 años de estanflación y 2 años de hiperinflación habían dado lugar a millones de reclamos judiciales.

La operación de las empresas argentinas en el exterior, desde sus exportaciones hasta sus inversiones) estarán cada vez más condicionadas por las represalias que irán tomando más países contra la arbitraria intervención del Gobierno Argentino en los negocios internacionales, muy frecuentemente violatoria de los compromisos asumidos ante la Organización Mundial del Comercio y de lo demás tratados comerciales internacionales. También atentarán contra los negocios externos de las empresas argentinas, el alto costo financiero que enfrentan en comparación con el que pagan las empresas del resto de las economías emergentes.

Frente a este panorama, una pregunta que siempre me formulan quienes escuchan esta descripción del panorama que describo para 2012 es si estará mejor preparado un gobierno de los Kirchner o uno encabezado por alguno de los dirigentes de la oposición que hoy se visualizan como candidatos. Mi respuesta es que tendrá mucho mejor chance de encontrar una salida ordenada para esa crisis en perspectiva un nuevo Presidente surgido de la oposición al actual Gobierno que uno encabezado por Cristina o por Néstor Kirchner. La razón es simple: no hay forma de conseguir el crédito público que será necesario para transformar a la crisis en controlable y no explosiva sin que cambie en 180 grados el actual discurso económico y político del Gobierno.

El discurso de los Kirchner, desde 2003 en adelante y, crecientemente en los tres últimos años, se ha basado en la mentira reiterada y sostenida con una alevosía nunca vista antes en el plano de la comunicación política. Es imposible imaginar que la gente que tiene que hacer apuestas de futuro, tanto en argentina como en el exterior, vayan a creer que los Kirchner han decidido comenzar a gobernar con la verdad y se comprometan a dejar de mentir. Y sin capacidad para inspirar confianza en el nuevo discurso será imposible recuperar el crédito público.

Un gobierno diferente al de los Kirchner no tiene asegurado su éxito en la difícil empresa de recuperar la confianza pública, pero al menos tendrá la posibilidad de intentarlo. Será clave que llegue al poder haciendo campaña con la verdad. Esta será la gran herramienta de diferenciación con los Kirchner y, si da resultados en la etapa electoral, se transformará en el mejor activo con que contará el nuevo Presidente para enfrentar los desafíos que planteará la realidad económica y social de 2012.

La mentira causa estragos en la política como la inflación los causa en la economía y la sociedad.

 Dediqué mi libro “Estanflación” a explicar los estragos económicos y sociales que causa la inflación. Allí sostuve que la inflación es un engaño generalizado que afecta a toda la población. Puede decirse que la inflación es la manifestación más clara de los estragos que causa la mentira en una economía. En el prólogo se puede leer, textualmente:

“La inflación es una suerte de robo serial facilitado por el engaño. Cuando hay inflación, quien más y quien menos,  roba a, y es robado por, otras personas… y el gobierno roba a todos. Se trata de un robo encubierto, un robo del que las víctimas se dan cuenta recién después de un tiempo. Cuando ello ocurre, quienes han sido robados sienten el impulso de tomar revancha… robando a otros, hasta que estos últimos se den cuenta y reaccionen de la misma forma. Y, así sucesivamente, la enfermedad se va haciendo más y más contagiosa. Más virulenta y más cruel”.

“La inflación lleva a que funcionen cada vez peor las instituciones que deberían organizar la vida en socieda. La inflación atenta contra la determinación por el Congreso Nacional de qué impuestos y a que tasas impositivas deben pagar los contribuyentes. La inflación se constituye en un impuesto no legislado que pagan todos los que tienen algún ingreso monetario en la sociedad. Y pagan más mientras más ahorran en moneda nacional.”

“La inflación atenta contra la justicia, no sólo en materia económica, sino también en materia de delitos contra la sociedad, como los que cometen los funcionarios corruptos y las personas que tienen suficiente capacidad y falta de escrúpulos para corromper a los funcionarios públicos. La inflación esconde los actos de corrupción y les brinda impunidad”.

“La inflación alienta la organización corporativa de la sociedad y corroe los mecanismos de la democracia participativa, en la que el ciudadano y no las corporaciones tienen influencia decisiva en las decisiones políticas de sus representantes. Quienes mas pierden son los ciudadanos que no se organizan corporativamente para defender los intereses de su sector y evitar ser víctima de la puja distributiva despiadada”.

Lamentablemente, hoy hay evidencias claras que los estragos de la mentira no se circunscriben a las consecuencias de la inflación en la economía y la sociedad. Es probable que los estragos que está causando el engaño en la política sean aún más graves que los que provocan la inflación.

La gestión política de los Kirchner va  a quedar en la historia como un ejemplo de los estragos que causa la mentira en la política, con lo que se transformarán en los gobiernos responsables no sólo de haber re-introducido, a través de la inflación los estragos económicos de la mentira,  sino de haber transformado a la mentira sobre prácticamente todos los temas, desde la supuesta defensa de los derechos humanos, las estadísticas de precios y de pobreza y ahora, la supuesta comisión de delitos de lesa humanidad por empresarios periodísticos, en una herramienta política que causará estragos peores que los que ya produce la inflación. Se trata, ciertamente, de una combinación muy peligrosa.

Así como el engaño introduce mecanismos muy destructivos para la vida económica, la mentira como principal herramienta de conquista y acumulación de poder político lleva a la destrucción de las instituciones republicanas y al debilitamiento de la vida democrática del País. El resultado de la combinación perversa de inflación y destrucción sistemática de instituciones republicanas y democráticas se puede observar con claridad en la actualidad venezolana. Argentina, lamentablemente, se acerca peligrosamente al mismo clima económico y político. Ojalá nuestro Pueblo y la dirigencia de los partidos de la oposición tengan la fortaleza necesaria para evitar que caigamos en el mismo abismo.