Entre los retrocesos más preocupantes de la organización económica Argentina está sin lugar a dudas la interpretación judicial de las normas laborales que resulta de la ofensiva gubernamental en contra de las reformas de los 90s.
IDESA, el Instituto para el Desarrollo Social de la Argentina, que dirige Osvaldo Giordano, publica artículos semanales que describen con mucha claridad la naturaleza del problema que se está recreando.
Recomiendo a mis lectores acceder al sitio www.idesa.org y leer en particular el último informe semanal titulado «Se podrian sumar 30 mil juicios laborales por año».
Algunas de las razones tras la llamada “industria del juicio”, señaladas en un interesante artículo:
1) La cuotalitis de los abogados: 20% de lo reclamado al trabajador y 20% del monto de la demanda al empleador en concepto de “costas”, lo cual hace que cobren el 50% de lo demandado.
2) El 29% del presupuesto judicial del fuero laboral cuando éste tiene a su cargo sólo el 6% de los casos judiciales –no criminales- en trámite. De alguna forma hay que justificar ese gasto.
3) La complicidad de los sindicatos, partícipes de los honorarios por los juicios derivados a sus letrados.
La pregunta que cabe es qué intereses son los que están en juego en este esquema. Esquema que, como bien sabemos, da por resultado alentar el crecimiento del empleo informal y “en negro”, en lugar de consolidar el empleo formal y genuino.
http://www.infobaeprofesional.com/notas/29553-La-industria-del-juicio-vuelve-a-aparecer-en-escena.html?cookie
En 2004, un estudio realizado por el Centro de Entrepreneurship de la Escuela de Dirección y Negocios de la Universidad Austral, formulado entre 41 naciones, ubicaba a la Argentina en el tercer lugar dentro del ranking mundial de emprendedores.
A partir de la crisis del 2001/2002 fueron muchas las organizaciones que se ocuparon de alentar microemprendimientos y de brindar herramientas a los que habían quedado fuera del mercado laboral, sin posibilidad de reinserción. Desde las universidades comenzó a desarrollarse fuertemente la idea de que era necesario fomentar las iniciativas emprendedoras, y nacieron las “incubadoras de empresas”.
Dos años más tarde, en el reporte Global Entreperneurship Monitor 2006, Argentina aparecía en la posición catorce en el ranking.
Mi lectura de estos hechos es que la crisis determinó un cambio de mentalidad.
Sería altamente deseable que ese impulso continuase, ya que como sabemos la figura del “entrepreneurship” es clave para el desarrollo de un país, sobre todo por su efecto redistributivo.
Medidas como las anteriores suenan regresivas en este contexto. Seguramente cuando se mida el próximo índice, la posición de Argentina en el ranking habrá descendido. Los incipientes empresarios se preguntarán cómo afrontar el futuro si la “industria del juicio laboral” vuelve a renacer con toda virulencia.
Saludos.
Coincido con Usted. La industria del juicio laboral adormece el espíritu emprendedor.
estas cosas la tienen que hacer pasar por tv
Hola Miguel. Juan Carlos De Pablo suele tratar este tipo de problemas en la televisión. Ojalá otros lo hagan.
Hola Domingo,
mi nombre es José Luis, acabo de encontrar su artículo buscando información sobre la industria del juicio laboral.
Le escribo porque le tengo un gran respeto por sus conocimientos y trayectoria. Le cuento que tengo 30 años soy emprendedor con una pequeña empresa de servicios y me veo en la disyuntiva de optar por poner todo mi tiempo y atención en mi actividad o velar por los riesgos que implica tener personal a cargo.
Mi ideal de emprendimiento es crear un equipo de trabajo con armonía, metas en común y crecimiento en conjunto, empleador y empleado.
El problema es que tengo la sensación que las leyes actuales ponen a empleador y empleado en un enfrentamiento constante. Por ello, empresarios con mayor experiencia me recomiendan distintos enfoques societarios para resguardar mis bienes personales como empleador.
Personalmente me siento cómodo con un trato cordial hacia mis empleados procurando un clima óptimo de trabajo, pero aveces siento que cualquier reprendimiento al trabajador puede terminar en un juicio laboral. Esto atenta al control que llevo sobre mi empresa.
Me interesa mucho su opinión al respecto porque lo veo como un referente en equidad social.
Gracias por su tiempo.
Hola José Luis. Lo que sentís no es una sensación imaginaria sino la realidad que enfrentan todos los empresarios jóvenes cuando están comenzando a crear fuentes de trabajo. Es una lástima que sea así, porque esta realidad frena el espíritu de empresa. Por eso es necesario crear legislación y lorar jurisprudencia que disminuya el riesgo de recreación de la industria del juicio laboral. Lamentablemente no es políticamente fácil.
Coincido, con vos, pero con eso de los enfoques societarios, es como andar como un fugitivo, el estado y leyes deberían apoyar más al creador de puestos de trabajo, pero todo lo contrario, el estado, en todas sus formas, municipal, provincial, nacional, «depredan» al que desea cristalizar un proyecto, son el primer obstáculo., y cuando acudes en busca de ayuda, te solicitan cosas que ni que fueras un potentado. Y ni qué hablar de la industria del juicio y sus fúnebres empresarios (Abogados)
Domingo,
Le sigo desde los ’70 cuando Ud era responsable del BCRA. y lo tengo como mente prodigia, UD. logró frenar la inflación, como prometió, pero quizá no tubo encuenta a los mal intecionados, que Ud. muy bien calificó de «buitres». Referente a lo laboral, no cree que si el estado en vez de «rascarse» tomara toda la carga de los empleados, como ente administrador, incluso aportando postulantes, y liberando a las empresas de este peso, a fin de que éstas progresen y cristalicen sus proyectos? Actualmente el estado-Afip, se lleva un buena tajada del costo del empleado, tajada que el mismo empleado ve con necesidad de usufructuar, se lleva esa tajada sin HACER NADA, y eso son oleadas de dinero que los pobres empleados no verán ni en sueños, porque cuando se jubilan les dan miseriab y los tratan como miserables, como cuando Ud. fué increpado por ellos una vez y se le desprendieron lágrimas. Ud. sabe el «boom» que sería para las empresas liberarse de esa carga y que el emprendedor pueda contar con más eficacia con personal, en vez de estar rumiando antes de contratar a alguien, y así aceitar el acceso a nuevos puestos? puestos que se suprimen o se descartan por el riesgo que supone, y que las leyes vigentes contibuyen al frenado de esto, porque como dijob el emprendedor de más arriba, la ley ENFRENTA al emprendedor con el empleado.
POR otra parte, los empleados públicos, calienta sillas cuando van, cómo pueden estar «protegidos» contra el despido, en contraparte de los privados? Le cito el resultado de eso,: se rascan dia y noche, negigencia total, desprecio por el ciudadano, ineficacia, dilaciones,etc etc….
Bueno, espero sus comentarios
Usted tiene razón. Yo siempre he pregonado que deben tender a eliminarse las cargas sociales sobre los salarios. Para no desfinanciar a los sistemas de seguridad social yo propuse, e implementé por un tiempo, que los aportes patronales se dedujeran del IVA, lo que era equivalente a eliminarlas como costos para los empleadores que operan en blanco.