Domingo Cavallo: “La gente pensó que con el corralito le sacábamos sus ahorros, pero no fue así”
El exministro de Economía de Fernando de la Rúa atribuye el colapso argentino de diciembre de 2001 a grupos desestabilizadores que quisieron “licuar sus deudas en dólares”
Domingo Cavallo (Córdoba, 75 años) fue dos veces ministro de Economía de Argentina. En 1991, durante el Gobierno de Carlos Menem, logró poner fin a la hiperinflación que devastaba al país sudamericano con un sistema monetario basado en la convertibilidad del peso por el dólar. En marzo de 2001, el presidente Fernando de la Rúa pensó que el padre del “uno a uno” era el único capaz de salvar un modelo que para ese entonces daba muestras de agotamiento. A Cavallo se lo recordará por la estabilidad de los noventa y también por el “corralito”, como se llamó a la limitación de retiro de efectivo que impuso para detener una sangría de depósitos que amenazaba con provocar el descalabro de toda la economía. El colapso, finalmente, se produjo. Cavallo abandonó el ministerio de Economía el 19 de diciembre de 2001 y un día después, hace hoy 20 años, Fernando de la Rúa perdía el poder. “Me parecía un crimen de lesa humanidad destruir ese sistema monetario, así que lo defendí con uñas y dientes”, dice Cavallo en esta entrevista con EL PAÍS, realizada por videoconferencia desde su casa en Córdoba, la provincia mediterránea donde nació y reside buena parte del año.
Pregunta: ¿Que pasó en 2001?
Respuesta: Durante fines de 2000 y durante 2001, Argentina sufrió una crisis financiera que tuvo que ver con circunstancias internacionales muy adversas. Los precios de los productos de exportación estaban por el suelo, el dólar era muy fuerte, el euro muy débil y Brasil había producido una fuerte devaluación. Pero la crisis se originó, básicamente, en el hecho de que los bancos habían estado financiando gastos y déficit de las provincias, y pronto se puso de manifiesto que las provincias no iban a poder cumplir con sus obligaciones. Eso creo dudas respecto de la solvencia de los bancos. Entonces, grandes depositantes empezaron a retirar depósitos y tenedores de bonos empezaron a desconfiar de la sosteniblidad de la deuda argentina. Todo eso hizo que entráramos en un período muy difícil, del cual solo se podía salir con un proceso ordenado de reestructuración de la deuda, que no era fácil.
P. Hubo también problemas políticos…
R. En ese periodo, el Gobierno de De la Rúa, al que yo me había integrado sin ser miembro del partido Radical y habiendo competido contra ellos, empezó a tener problemas internos. Hubo gente que empezó a boicotear al Gobierno de De la Rúa y a acentuar la desestabilización del sistema financiero. Además, el FMI, que hasta ese momento nos había apoyado con magnitudes muy reducidas de recurso, por un error, en mi opinión, del director gerente de entonces [Horst Köhler], nos negó un desembolso que nos correspondía en el mes de noviembre de 2001.
P. ¿La negativa del FMI aceleró la crisis?
R. Provocó una corrida bancaria y la única forma de impedir el colapso total del sistema fue poner una restricción al retiro de efectivo de los bancos, no al uso de los depósitos para hacer pagos. No se podían sacar billetes por más de 1.000 dólares al mes. En realidad, en aquella época, a los jubilados se les dejó sacar el 100% de sus salarios y al resto de la población se les permitía sacar en efectivo hasta 250 dólares por semana. El grueso de la población ganaba menos de 1.000 dólares por mes. O sea que todo eso fue todo usado como una excusa.
P. ¿Una excusa para qué?
R. Estaban los que se habían endeudado en dólares, grandes empresas que se les ocurrió que si ponían en crisis al sistema monetario de la época podrían resolver sus problemas financieros. Dijeron: “Si salimos y transformamos las deudas en dólares en deudas en pesos, después el banco central va a poder emitir muchos pesos, eso va a producir una devaluación enorme y nosotros vamos a licuar las deudas”. Por supuesto, la otra cara de la moneda era que se iban a robar los ahorros de todo el pueblo argentino.
P. ¿Por qué la clase media salió a la calle contra el llamado “corralito”? Fue la época de los cacerolazos…
R. Porque el corralito, a la luz de cómo lo presentaron y lo difundieron muchos periodistas, que en mi opinión ya estaban trabajando para los que querían desestabilizar el sistema, confundió a la gente, que pensó que le estábamos quitando los ahorros. Y resulta que protestó para que me sacaran del ministerio de Economía. Eso provocó la caída del Gobierno de De la Rúa, porque el único que estaba denodadamente trabajando para tratar de resolver los problemas en ese Gobierno era yo. No porque los otros ministros fueran malos, simplemente porque el problema era económico.
P. ¿Cómo recuerda en lo personal esa época, bajo tanta presión?
R. Imagínese cuando uno está luchando para aventar males mayores. Yo quería evitar tanto el default externo e interno como la devaluación, y por supuesto, y sobre todo, que no se abandonara un régimen monetario que había asegurado diez años de estabilidad en un país que había tenido décadas de inflación y hasta hiperinflación. A mí me parecía un crimen de lesa humanidad destruir ese sistema monetario, así que lo defendía con uñas y dientes. Y hablé con los principales dirigentes políticos. Había apoyo no solo de De la Rúa, sino de gobernadores importantes.
P. ¿Y por qué esos apoyos no alcanzaron?
R. Porque los desestabilizadores, los que querían sacarse las deudas a través de la pesificación compulsiva, trabajaron sobre [los expresidentes Eduardo] Duhalde y [Raúl] Alfonsín. Alfonsín pensaba que todo lo de la década del noventa iba a volar por el aire; y Duhalde tenía una ambición de poder desmedida, había perdido la elección del 1999 [contra De la Rúa] y quería ser presidente. Ellos cobijaron a alguien que era la piedra del escándalo, el señor [José Ignacio] De Mendiguren, presidente la Unión Industrial Argentina, que quería que se destruyera la convertibilidad para sacarse las deudas sin importar las consecuencias. Y avanzaron en esa dirección. Con la pesificación, el precio del dólar saltó a cuatro pesos y provocó inflación, caída de los salarios reales, un aumento de la pobreza inusitado, el deterioro de las jubilaciones. Y virtualmente expropiaron todas las inversiones que se habían hecho para modernizar a Argentina, las privatizaciones. La solución política que encontraron fue echarme la culpa a mí, a De la Rúa, a Menem. Yo me transformé en el chivo expiatorio y por supuesto pusieron una maquinaria propagandística infernal que en alguna medida continúa todavía.
P. ¿El mundo le soltó la mano a Argentina en 2001?
R. En absoluto. EE UU le pidió a Köeler que en agosto nos diera un refuerzo de 8.000 millones de dólares y que comprometiera 3.000 más para apoyar la reestructuración ordenada de la deuda. Pero ahí ocurrió el ataque a las Torres Gemelas y EE UU, lo que era natural, tuvo su mente puesta en Afganistán y Osama Bin Laden. Lo que fue injustificable fue que el FMI nos haya soltado el brazo en un momento crítico. Habíamos logrado reestructurar más del 50% de la deuda, con un alargamiento del plazo de vencimientos por tres años y habíamos producido ya una economía de intereses de 2.500 millones de dólares al año con un mecanismo que se llamó de préstamo garantizado.
P. ¿Compararía aquel momento económico con el actual?
R. Es totalmente diferente. En aquel momento la crisis era la típica de países que tienen una moneda sana, un sistema monetario y financiero que funciona, como Europa en 2010 o EE UU en 2008. Debería haberse resuelto como se resolvieron esas crisis, sin echar por la borda el sistema monetario.
P. Pero Europa emite euros y Argentina no emite dólares…
R. Los países encararon los problemas de su endeudamiento con programas de reestructuración, en particular Grecia, e hicieron los ajustes fiscales que había que hacer para no seguir dependiendo. Eso es lo que había que hacer en Argentina. No podía emitir dólares, pero como había ocurrido en el año 1995, cuando nos impactó el Tequila, si el Gobierno tomaba medidas adecuadas era posible recuperar la confianza. Lo que necesitaba Argentina era que los argentinos no se asustaran y se llevaran su dinero.
P. ¿Argentina ha aprendido algo de la crisis de 2001?
R. Argentina está aprendiendo de la experiencia de los últimos 20 años, de 2001 y 2002 y de lo que ha pasado desde entonces. Por eso soy optimista respecto de 2023 en adelante. Yo creo que el próximo Gobierno va a estar bien preparado para retomar de alguna manera el sistema de organización económica que se abandonó en 2002. Con buenas relaciones con el mundo va a poder salir adelante, estabilizarse y crecer. Ahora estamos muy mal gobernados. Están con las ideas anacrónicas y el ingrediente de racionalidad que se suponía que iba a incorporar Alberto Fernández, que parecía razonable, no ha pasado.
P. ¿El expresidente Mauricio Macri perdió una oportunidad?
R. Macri tuvo la intención, pero no tenía un diagnóstico adecuado. Además, la campaña electoral lo había llevado, para neutralizar que él iba a producir un ajuste doloroso, a decir que no haría un ajuste. Eso hizo que lamentablemente su Gobierno no fuera exitoso.
P. ¿Qué les dice a los que le piden su opinión?
R. Que se necesitan reglas de juego completamente diferentes a las que están vigentes en este momento, y que resultaron de revertir las buenas reformas que se habían hecho en los noventa. Argentina no puede pensar como una economía cerrada, aislada del mundo, prohibiendo exportaciones, con trabas a importaciones que son clave para actividades internas, controlar todos los precios y los tipos de cambio. Va a contramano de lo que es una buena organización de la economía.
P. ¿Cómo lo va a recordar la historia?
R. Eso no me preocupa. Siempre estuve muy tranquilo con mi conciencia, porque sé que hice todo lo que correspondía. Incluso perdoné a los muchos que me atacaron injustamente. Imagínese que una vez me metieron preso acusándome de que yo había sido responsable de la exportación de armas a Croacia y Ecuador, algo absurdo. Hicieron sufrir mucho a mi familia. Todo eso no me aflige, la gente inteligente y bien educada me va a recordar bien. Lo que sí me preocupa es que se deje de atacar una reforma y una transformación que fue muy positiva para Argentina, porque si no los gobiernos no van a encontrar el camino para recuperar la estabilidad y el crecimiento.
Muy buena nota don Domingo…!!!
Gracias Francisco. Un abrazo
Excelente descripción de ese momento histórico.
Gracias Bernardo. Un abrazo
Domingo, es posible encontrar en algun lugar algun listado de las principales empresas Argentinas que estaban endeudadas en Argendolares localmente a Noviembre de 2001?
Seguramente el Banco Central la tiene, perono creo que la den a conocer. Un abrazo
Grupo Clarin para emprezar
Estimado Cavallo, por supuesto lo recordamos positivamente y también apreciamos su actual patriada de esclarecer los sucesos del 2001, así como sus recomendaciones para el momento actual
Muchas gracias Norbeto. Un abrazo
Dr. Cavallo lo felicito, muy claro y realista, no se desanime, siga pregonando el camino adecuado, un abrazo, saludos. Giménez juan Carlos, médico, Libertador, jujuy, Argentina.
Muchas gracias Juan Carlos. Un abrazo
Excelente reportaje Dr. Cavallo!
Sería muy pero muy importante bajar a lo más llano, intentar con un ejemplo práctico, lineal, literalmente como para un alumno de primaria, sobre este tema de la licuación de la deuda en dólares que hicieron grupos empresarios poderosos.
Cada uno de los lectores de sus artículos /notas, deberíamos salir con ese ejemplo bien didáctico para que todos lo entiendan.
Ud. creerá que es suficientemente claro el ejemplo que dio pero yo pienso que el 70% de la población argentina no lo alcanza a entender. El deterioro de la educación y de la capacidad de comprensión es tan pero tan grande, que con el ejemplo de un empresario pensando «Si salimos y transformamos las deudas en dólares en deudas en pesos, después el banco central va a poder emitir muchos pesos, eso va a producir una devaluación enorme y nosotros vamos a licuar las deudas”, no alcanza, el 70% de la población realmente no lo entiende.
Hay que ir con un caso (puede no ser real), pero concreto, tangible, que lo puedan tocar, que puedan entender que significa eso de tener deuda en dólares, como se generó, por qué, como las transformaron en pesos, por qué el banco central va a poder emitir los pesos, por qué la emisión genera inflación, etc…
Y hay una parte de ese 70% que lo entendería, pero la negación a escuchar se lo impide. Para esos casos aplica la misma lógica, hay que ser tan pero tan básico, lineal y a la vez respetuoso en la explicación como para que no puedan eludir el razonamiento lógico con ningún artilugio.
Saludos,
Entiendo, pero en general no es fácil hacer que todo el mundo entienda conceptos de finanzas. Los que se beneficiaron de la pesificación y los ahorristas que se perjudicaron, deberían entenderlo por experiencia. Un abrazo
Buen reportaje Dr. Me gustaría saber si tiene algún artículo sobre los seguros de cambio de 1981 y 1982. Es sabido que hay gente que lo responsabiliza de la estatizacion de la deuda privada cuando basta con revisar la fecha en la que usted fue presidente del BCRA para desmentirlo. Hay otras personas que reconocen que fue Julio del Solar el presidente de ese entonces pero dicen que usted la «facilitó» con los seguros de cambio. Me gustaría saber su opinión, saludos y que esté bien Dr!
Mirá el post http://www.cavallo.com.ar/yo-no-estatice-la-deuda-privada-en-1982-fui-el-unico-que-denuncio-que-se-proponian-a-hacerlo/
Un abrazo
Estimado me parece bien que la gente conozca los entretelones de la crisis. En nuestro país los argentinos acostumbran a simplificar las cosas y siempre se busca un culpable a quien responzabilizar.
Así es Carlos. Un abrazo
Excelente reportaje.
Lástima que la gran mayoría de la población fue convencida de que no había otra forma de salir adelante que no fuera con devaluación y pesificación. Aún hoy, viendo el fracaso de esas medidas y sus consecuencias: la inflación descontrolada, la pobreza récord y el alto nivel de desempleo, se niegan a admitir los logros de los ’90.
Antes de que pesificaran y devaluaran, la mayor’ia de la población se oponía a que ello ocurriera. Luego de hacerlo, pusieron en marcha una propaganda mentirosa tendiente a convencer a la gente que era imprescindible hacerlo. Un abrazo
Mingo, tengo 28 años, toda mi vida me comí el verso de que usted era el diablo en persona y responsable de todos los males del país. Ruego me disculpe por mi ignorancia. Encontré un libro suyo en lo de mi abuela que creo lo escribió en 1997: «El peso de la verdad». Una maravilla.
Cómo me gustaría conocerlo en persona y sacarme una foto con usted ! Mejor ministro de economía de la historia del país.
Con Milei vamos a volver mingo, no tenga duda!
Un abrazo muy grande
Ahora estoy en Córdoba pero a partir del 15 de febrero estaré en Buenos Aires. Escribile para esa época a mi secretario [email protected] para arreglar una visita tuya a mi oficina. Un abrazo
No puedo creerlo!! Muchísimas gracias mingo, en febrero le escribo a su secretario.
Muy feliz año nuevo y gracias de corazón!
Quiero preguntar sobre dos cuestiones de la crisis de 2001, ya que estamos:
A mi entendimiento, la convertibilidad aseguraba que por cada peso de la base monetaria, hubiera un equivalente en dólares (¿el rol de esto era como ancla cambiaria o algo más?). ¿Pero por qué era aceptable que los bancos no tuvieran una regulación similar para evitar el descalce que se dio? ¿Cuál era el procedimiento en caso de una corrida? ¿O se esperaba que una corrida no fuera severa en el caso de darse o que el gobierno evitase ese problema?
¿Cómo puedo saber que el endeudamiento con las provincias fue un detonador (entre varios)? ¿Por qué los bancos estaban demasiado expuestos a provincias que iban a terminar siendo insolventes? ¿No podrían haberlo previsto?
Todo podría haber sido previsto. Pero lamentablemente este inventario de posibles errores se puede hacer con el diario del lunes. No tiene sentido especular sobre cómo se podría haber hecho distinto. Lo que se hizo respondió a la interpretación de los datos de la realidad de quienes tomaron decisiones en cada momento. Un abrazo
Felicitaciones Dr. D.F. Cavallo. Me entusiasma el coraje de seguir pregonando para desenmascarar a los mediocres, Creo que sus reportajes deberían incluir una vuelta a los principios de Alberdi y las bases de la Confederación Argentina. Un abrazo y no afloje. Con todo respeto.
Muchas gracias Tarcisio. No voy a aflojar. Un fuerte abrazo
Estimado Dr. Domingo Cavallo:
Este ha sido un reportaje con una excelente exposición suya, muy clara, medular y sintética. Me alegra mucho que los españoles tengan una verdadera visión del drama argentino y que sepan también quienes fueron los que arrojaron al país a una pesadilla que todavía nos sigue atormentando. Porque la pérdida de la confianza, es decir el crédito en nuestro propio país nació de la ambición bastarda de unos corruptos con cuantiosas deudas que querían licuar, aunque tuvieran que arruinar al país entero.
Me permito solamente hacerle una pequeña crítica, peca Ud. de una generosidad algo desmedida al tratar a De Mendicurren de «señor».
Le deseo tenga unas muy felices fiestas en compañía de su familia.
Un abrazo.
Muchas gracias Fernando. Felices fiestas también para vos y los turyos. Un fuerte abrazo
Muchas gracias Dr. Cavallo. Lo sigo admirando y lo mejor que le pasó a la Argentina fué la convertibilidad.. Una pena que hubo empresarios, políticos corruptos que no la querian..
Gracias Alejandro por tu juicio. Un fuerte abrazo
Excelente nota y magnífico el cierre, Dr.
En mi análisis, el optimismo es moderado. Sobretodo de corto y mediano plazo. Y tiene más que ver a nivel ideas predominantes regionales en la sociedad latinoamerica (de las cuales también se están contagiando los jóvenes norteamericanos y europeos, lamentablemente).
Como dice Thomas Sowell, el sistema educativo dictado por los estados ha tendido a enseñar la justificación de estados cada vez más grandes, y ocupándose de funciones que no deberían ocuparse. El caso argentino es enigmático con su cantidad de empresas estatales, de las cuales pudieron privatizarse algunas, para luego volver a estatizarse varias desde 2002. Bajo ese régimen, las iniciativas personales, que son las hacen crecer cualquier economía, se ven cada vez más complicadas. Chile parecía haber tocado fondo en tiempos de Allende, y por muchos años, la sociedad chilena entendió que eso era malo para su propio bienestar. Lastimosamente, la batalla de ideas desde la educación estatal, medios de comunicación y lo que se recibe de afuera, confundió a los jóvenes chilenos nacidos en democracia. Como bien escribió Axel Kaiser en 2007 con «El Chile que viene». La elección de chilena y la aceptación popular de los latinos de las ideas que pregona el Foro de San Pablo, representadas por Chávez, Kirchner, Da Silva, Morales, Correa, que en definitiva no es más que la estrategia castrista de llegar a implementar ese mismo régimen en países democráticos, me hace pensar que falta mucha maduración y auto-educación en latinoamérica para que mayoritariamente comencemos a exigirle otra cosa al sector político. Los resultados electorales de Argentina, si bien muy buenos y demostrando un avance muy rápido en la lucha de ideas, siguen siendo pesimistas al ubicar en segundo lugar al oficialismo, a pesar de la traición de la moderación que nunca llegó del ala de Alberto Fernández dentro del PJ (en la que increíblemente muchos argentinos creyeron). En los 90 se logró un gran consenso político ante una gran situación de emergencia, incluso se logró una reforma constitucional (con la que se puede estar o no de acuerdo, personalmente no lo estoy). Con lo radicalizado que se encuentra el PJ hoy, liderado por el kirchnerismo (Foro de San Pablo), un consenso político no lo veo posible ni siquiera a partir de 2023 o ante las peores adversidades. Siento que queda mucho tiempo de, en el mejor de los casos, la Argentina pendular. En la que se tiene años de gobiernos más coherentes para luego volver a los populismos izquierdistas que rápidamente destruyen lo poco que pueden construir los coherentes (ejemplo, el sector aeronáutico, que con sus fallas, logró durante tiempos de Cambiemos que varias empresas compitan libremente en vuelos locales, y al asumir el nuevo gobierno, hasta se terminó yendo la segunda aerolínea con más rutas nacionales del país, generando una situación monopólica de la empresa estatal que la última vez que fue así posiblemente fue en la década del 80). El gran riesgo es caer en una situación venezolana. La elección y las instituciones parecen mostrar que eso no sucederá aquí en lo que queda de éste gobierno. Los jóvenes y las empresas se siguen yendo a buscar tierras con previsibilidad y reglas de juego claras y más justas. Toda la deserción, con suerte, volverá recién a Argentina tras 2 o más décadas de que funcione correctamente. Nuestra historia tiene demasiados precedentes de tirar todo por la borda. Cada uno de ellos hace que volver a confiar se vuelva cada vez más difícil.
A pesar de todo lo que he expuesto. Yo también soy optimista, pero en el larguísimo plazo. A medida que comience a haber más gente con ideas correctas que gente engañada. Algo que, como todo cambio social, lleva de base 2 décadas, y puede tener regresiones.
Perdón por la extensión. Y que tenga muy felices fiestas.
Yo ceo Federico que al optimismo hay que abonarlo con aportes de ideas. Es lo que trato de hacer. Sobre cuan eficáz será esta estrategia, es claramente algo que no sabemos. Felices Fiestas también para vos y los tuyos. Un fuerte abrazo
Muy interesante
https://m.youtube.com/watch?v=tWCetTNvot0
Que le parece hoy en retrospectiva ese paquete de medidas que encaro cuando asumio? Esas de las que hablaba Bonelli . Usted vio que el recorte de Lopez Murphy fue mal recibido y decidio encarar la cuestion con aumento de impuesto? Pero a su vez aliviaba a los sectores productivos porque les rebajaba. Pero les aumentó a otros
Efectivamente, muy interesante el video que enviaste. Yo no lo recordaba, pero pinta muy bien el clima en el que yo acepté tratar de ayudar al gobierno de De la Rúa. Lamentablemente, personas como Stolbizer y Carrió tuvieron un discurso para boicotear y luego boicotearon durante todos los meses siguientes. Espero que no hagan lo mismo en un futuro gobierno de Juntos por el Cambio, ahora que están participando de esa nueva alianza. Es asombroso que comentaran sobre un plan económico que todavía no había sido anunciado. Típica estrategia de quienes quieren llevar desesperanza a la Argentina. Un abrazo
Realmente un clima muy enrarecido. Pero Lilita carrio criticó su plan de medidas pero con un tinte demagogico porque que es meterse con los supermercados en vez de con la clase media? Poco serio, son criticas propias de un Grabois esas. Tirar cosas en el aire sin consistencias
Yo no le preguntaria como hace el periodismo sobre autocritica por diciembre de 2001, donde creo que usted venia manejando bien la cosa. Yo le preguntaria si hubiera hecho las cosas distinto en marzo de 2001. Donde se le dio mucho poder. Quizas hoy piense que en marzo de haber encarado la cosa con otras medidas se hubiera desarrollado el año de modo diferente. Un abrazo
Es inútil tratar de reescribir la historia con el diario del lunes. uno siempre toma las decisiones según lo que ve y siente en el momento de la decisión. Un abrazo
Sr. Domingo Cavallo, le envío un cordial saludo para estas fiestas.
Siempre fuí alguien que acompaño sus ideas. Pero, no se admira a las personas. No se debe idolatrar a los congeneres.
Siempre opiné que entre lo que Ud. piensa y dice y aquello que la gente entiende, hay una pronunciada distancia. Ud. habla para los inteligentes. No todos piensan con ideas. Decía Ortega y Gasset que a las personas, en su casi totalidad, le interesa vivir por sus creencias. Y no poner en tela de juicio sus ideas. A lo que me refiero es a que somos hijos de nuestro espacio y tiempo. Y, el tiempo de las ideas de quienes amamos la libertad, aún no ha llegado. Lo invito a que recuerde que aún hoy perduran las enseñanzas de nuestra niñez colectivista. Han ganado la batalla cultural, lamentablemente.
Crecí extasiado con Quino/Mafalda que abiertamente nos enseñaba, sí, nos enseñaba/adoctrinaba, » no se puede amasar una gran fortuna sin hacer harina a los demas «. De esos vientos provenimos.
Lo invito a que discurran sus presentaciones públicas, mucho menos a reestablecer su imagen. Y mucho mas a elaborar bases y teorías que, al estilo Millei, ayuden a desenhebrar esta madeja de confusión intelectual en la que estamos inmersos como sociedad.
No gaste sus energías en cambiar posiciones ya tomadas. Hagalo, en cambio, en ayudar al cambio de las ideas imperantes en una sociedad equivocada.
Disculpeme Ud. por el exceso de tiempo que le ocupo.
Le deseo lo mejor para su linda familia en estas Fiestas.
Cuando uno ha hecho historia, es muy difícil predicar sobre el futuro sin hacer referencia a la propia experiencia. Un fuerte abrazo
Estimado dr Cavallo, me voy a tomar otra vez el atrevimiento de utilizar su blog para insistir en algo que para mí es determinante en la organización de las sociedades pero cuya importancia es sistemáticamente ignorada. Me refiero a la decisiva importancia de las pasiones o instintos y de la cultura cívica de los pueblos.
Respecto de las pasiones obsérvese lo que se rescata de algunas palabras de sus respuestas: «Porque los desestabilizadores, los que querían sacarse las deudas a través de la pesificación compulsiva, trabajaron sobre [los expresidentes Eduardo] Duhalde y [Raúl] Alfonsín. Alfonsín pensaba que todo lo de la década del noventa iba a volar por el aire; y Duhalde tenía una ambición de poder desmedida, había perdido la elección del 1999 [contra De la Rúa] y quería ser presidente. Ellos cobijaron a alguien que era la piedra del escándalo, el señor [José Ignacio] De Mendiguren, presidente la Unión Industrial Argentina, que quería que se destruyera la convertibilidad para sacarse las deudas sin importar las consecuencias». Pues bien, significan lisa y llanamente que la destrucción de la organización económica lograda con sus políticas fueron una simple consecuencia de la codicia de Duhalde y del orgullo del «padre de la democracia argentina» que no podía tolerar que la verdad sobre una buena gestión no estaba de su lado, simplemente se trataba de un individuo que no lograba equilibrar sus emociones si se confirmaba que era posible una política mejor que la suya. A lo que hay que agregar la codicia desenfrenada de los «De Mendiguren» dispuestos a llevar por delante lo que sea, como el futuro de un país entero, con tal de ahorrarse alguna pérdida de dinero y de paso aprovechar para hacerse de un zarpazo unas ganancias fabulosas con la devaluación. Y por si no alcanza con ésto para comprender la importancia impresionante de la actividad oculta de nuestra naturaleza a través de instintos de superioridad y pasiones para comprenderlo, permítame mostrar la otra cara de ésta faceta de nuestra naturaleza humana expresada a través de la codicia y el orgullo, me refiero a la del resentimiento, el rencor o la animadversion que despierta en los homo sapiens las diferencias de poder y riquezas recontra utilizado por los codiciosos a través de los medios de comunicación para exaltar a la sociedad e inclinarlos con más fuerza hacia el rechazo a los años 90 con los mensajes, unos tras otro y día trás día, de que el suyo fue un gobierno para los ricos y los imperialistas que se quedaron con todas las riquezas de la Patria a través de las privatizaciones y de la corrupción durante un proceso que, paradójicamente, fué uno de los más exitosos de la historia ¿Quien no recuerda estas operaciones políticas e incluso cuántos de poco fuimos los que preservamos nuestra capacidad racional para abstraernos de la influencia de nuestras pasiones para no caer en esa trampa? ¿Se entiende la crucial importancia de la actividad de nuestras pasiones e instintos en los hechos políticos más relevantes de las últimas décadas? Y si se entiende como supongo ¿Cuándo será el momento de ponerlo con el protagonismo que se merece a la hora de analizar, explicar los hechos y fundamentalmente a la hora de buscar las desesperantes y necesarias soluciones? Y más extraño aún, así como no se tiene en cuenta a este protagonista de la organización económica y política de los pueblos conocido como codicia o ambición en una «cara de la moneda» y al resentimiento o envidia «en la otra» y que con solo mencionar la conocida frase «la egoísta ambición que finalmente redunda en beneficios para los demás» es suficiente muestra de su relevancia, tampoco se tiene en cuenta al otro fenómeno clave de nuestras vidas en sociedad tan o más importante que la descrita, me refiero a la cultura cívica. Aquella que hace nada más y nada menos determinar si es posible o imposible al Estado o al gobierno entrometerse en la organización económica. La que decide con la precisión de un relojero hasta donde es posible avanzar con la presión fiscal y hasta donde es capaz un país y su gobierno de entrometerse en la organización económica. De si un peronismo es posible en un determinado país o es sinónimo de fracaso inevitable.
Disculpe que ocupe su espacio dr y le mando un abrazo dejando un link que ayuda a comprender mejor lo que quiero transmitir
https://razonvsinstinto.blogspot.com/2014/08/instinto-y-cultura-nuestros-verdaderos.html
Tus mensajes son muy clarificadores. En este utilizas la crisis del 2001 para ejemplificar tu punto sobre la importancia de las pasiones o instintos y de la cultura cívica de los argentinos en la interpretación de los acontecimientos. Muchas gracias por tu aporte. Un abrazo
Estos diputados ausentes deberían renunciar?
Uno no pudo entrar por COVID. A los otros dos los tienen que juzgar sus pares. Un abrazo
Muy buen reportaje.
Saludos y felices fiestas.
Muchas gracias Gustavo. Felices fiestas también para vos y los tuyos. Un abrazo
Hola mingo, soy un joven de 17 años. Recientemente adquiri su libro y estoy conociendo poco a poco la verdad sobre su labor. Sin haberlo vivido estoy muy agradecido con usted por todo lo que hizo a lo largo de su carrera política. También decirle que en el futuro me gustaría participar en política y reivindicar su nombre. Ojalá algún día poder conocerlo, saludos enormes y feliz navidad!
Hola Francisco. A mi también me encantará conocerte. Ahora estoy en Córdoba pero a partir del 15 de febrero estaré en Buenos Aires. Para entonces, escríbele un email a [email protected] y dile que yo e prometí un encuentro en nuestra oficina. Un abrazo
lo voy a hacer mingo! nos vemos pronto!
Excelente nota y un comentario de color. No hace demasiado conocí en el Partido Republicano a un encantador y muy inteligente hombre bastante mayor de edad y mente muy joven. Hombre de las FF.AA. me contaba que – por decirlo así » – fue tu carcelero durante tu detención. Esta persona mencionaba su indignación por la misma y su simultaneo orgullo por tenerte a su cuidado en razón de tu impronta como profesional y ser humano. Me dijo que el día que entraste detenido El se prometió a si mismo que en caso de riesgo de tu vida el la defendería con la suya propia. Queda a tu disposición por vía privada su nombre. No sé que más agregar cuando siento que esta todo dicho… Fuerte abrazo, Alex
Gracias Alex por trasmitirme esta información. Por favoer envíame el nombre de esa persona a mi email [email protected] Un fuerte abrazo
Dr Cavallo,
Felicitaciones no apagadas por el paso del tiempo frente a su conmovedora muestra de grandeza,
de espiritu, coraje y brillantez tecnica en aquellos tiempos tan duros.
Muchas gracias Luis. Un abrazo
Hola Domingo, me gustaría poder entrevistarlo vía Zoom para mí cuenta de Instagram (Gonza_abcd) ¿podríamos coordinar una fecha?
Obviamente me encantaría entrevistarlo ojalá acepte la invitación, saludos
Hola Gonzalo, estoy agotado de dar tantas entrevistas. dejemosló paa más adelante. Un abrazo