En su famoso libro de memorias de su viaje desde Venecia a los rincones más alejados del mundo conocido de entonces, Marco Polo describió con admiración la primera Caja de Conversión. En China habían circulado monedas de bronce desde la época de la unificación del Imperio por el emperador Chin que 200 años antes de Cristo comenzó a construir la Gran Muralla.Un poco más adelante, durante la dinastía Hang, se generalizó el uso de las monedas de Plata.
El emperador Kublai Khan, de la dinastía Yuan, que conoció Marco Polo alrededor del año 1375, encontró mucho más práctico invitar a los ciudadanos chinos que depositaran sus tenencias de plata en un gran almacén, custodiado por los soldados imperiales). El emperador les entregaría unos billetes de papel firmados por él que confirmaban que el contravalor en plata había sido depositado en aquel almacén bien custodiado y que el tenedor de esos billetes podría canjearlos en cualquier momento por plata.
Marco Polo descubrió que los chinos preferían hacer sus transacciones utilizando los billetes firmados por el emperador en lugar de tener que transportar y manejar monedas, que además de pesadas, tentaban a los ladrones y eran más difíciles de esconder que los billetes. Por eso consideró que este había sido un invento del emperador que demostraba su inteligencia y explicaba su grandeza. Los europeos pasaron a conocer que existía en China un dinero papel gracias a las memorias de Marco Polo.
Pero ¿qué pasó durante los años del primer emperador de la dinastía Ming? Comenzó a emitir billetes sin que entrara al almacén su contravalor en plata para financiar crecientes gastos públicos del imperio. El emperador Yung-lo decidió trasladar la capital de Nanjin a Pekin, construyó el Gran Canal de 2.400 kilómetros de longitud, organizó una flota de 400 barcos, tres veces más grandes y mucho más avanzados que las carabelas con las que Colón descubriría América 70 años después y se dio el lujo de hacer edificar La Ciudad Prohibida, ese magnífico complejo que hoy los turistas visitan con asombro cuando van a Pekín. A los campesinos, a los que obligaba a trabajar en la construcción, el emperador les pagaba con esos billetes sin respaldo. ¿Cuál fue el resultado?: Varias décadas de inflación y finalmente, la hiperinflación.
Lo podemos ver en el siguiente cuadro que tomé de un conocido historiador de esa etapa de la historia China:
Cuando Yung-lo falleció, su hijo, en medio de revueltas campesinas muy violentas, debió revertir las políticas expansionistas de su padre. El símbolo de ese abandono fue la reducción drástica de la flota de 400 barcos que acababa de navegar por los mares y océanos alejados del Mar de la China y, según un investigador contemporáneo, había descubierto América, 70 años antes de Colón. Pero era tan grande el descontento popular por la hiperinflación, que el nuevo emperador dispuso que el comandante de esa flota se recluyera por el resto de su vida en un alejado convento y se escondieran todos los vestigios de su descubrimiento. A partir de ese momento, los billetes imperiales desaparecieron de la circulación y comenzaron a circular nuevamente las monedas de plata. Pero las consecuencias de la crisis inflacionaria fueron mucho más serias. China comenzó su largo período de aislamiento internacional y declinación, fenómeno que duró hasta la llegada al poder de Deng Xiao Ping en 1978.
Traigo a colación esta historia, para advertir al gobierno de Cristina que no debe cometer los errores del primer emperador Ming. No debe permitir que luego que comiencen a circular los CEDINES surgidos del depósito de dólares en el Banco Central, a alguien se le ocurra entrar a emitir CEDINES sin respaldo. Esta prevención no es infundada. Pruebas al canto: cuando Duhalde cometió el gravísimo error de crear el corralón y transformó en pesos los dólares de los argentinos que estaban depositados en el sistema bancario, al menos tuvo la inteligencia de inventar el CER.
El CER pretendía jugar el rol de la UF (Unidad de Fomento) de Chile. Aunque mucha gente no lo haya advertido, el sistema monetario chileno también tiene dos monedas (o dos unidades de cuenta), igual que el Peruano o que el de Argentina durante la convertibilidad. Mientras en Perú las dos monedas son el Sol y el Dólar y en Argentina eran el Peso y el Dólar, en Chile las dos monedas son el Peso y la UF.
Todos los contratos que tienen que ver con el sector inmobiliario y muchos otros se pactan en UF. En Argentina, bloqueada el uso del Dólar como moneda por el Corralón, la segunda moneda podría haber sido el CER. Pero no lo fue ni lo será, porque desde enero de 2007 el Gobierno se encargó de envilecer el CER al comenzar a mentir sobre el Índice del Costo de la Vida. Hizo con el CER lo que el emperador Yung-lo hizo con la moneda papel que había inventado el Gran Kan.
Por esta experiencia reciente sobre el CER, es muy importante que el Gobierno esté advertido del peligro que significa que también terminen envileciendo el CEDIN. Si no lo hacen y la gente se convence que no lo harán tampoco en el futuro, el CEDIN, aun habiendo nacido de un blanqueo inequitativo podría llegar a tener un efecto positivo si permite que Argentina, como ocurre en Chile y en Perú, tenga dos monedas, una de las cuales, es un reaseguro contra la inflación.