Es un absurdo que desalentará aún más el ahorro e impedirá la inversión productiva. Pero es lo que resulta de la interacción de funcionarios incapaces, peleados entre ellos y una Presidente que no escucha otras opiniones que las de consejeros políticos que ya han probado demasiadas veces ser absolutamente insensatos.
Quienes han acumulado dólares «negros» en el país o en el exterior van a poder suscribir CEDINEs, gozar de un blanqueo y terminarán transformándolos en CEDAs mediante su aplicación a una inversión inmobiliaria. Los CEDAS podrán venderse en un mercado libre y se cotizarán muy cerca de la par con el precio del dólar en el mercado paralelo. Hoy, a algo más de 8 pesos por unidad. Yo me imaginanba, y hasta lo sugerí en un post, que quienes tienen dólares blancos, en el país o en el exterior, fruto de haber pagado todos sus impuestos y haber decidido protejer sus ahorros comprando dólares cuando no existía el cepo cambiario, podrían también transformarlos en CEDAs, sin pasar por los CEDINEs, dado que no necesitan el blanqueo.
Esa posibilidad le hubiera permitido a los tenedores de dólares blancos (que son muchos más que los dólares negros) reciclarse hacia el consumo o la inversión vendiéndolos al precio del mercado paralelo, sin incurrir en una infracción cambiaria. Pero Marcó del Pont ha dicho nó. Dictó una circular por la que los tenedores de dólares declarados impositivamente, tienen la obligación de venderlos en el mercado oficial. Es decir, a 5.50 pesos en lugar de 8 y algo. Por supuesto, nadie los va a vender a ese precio, por los que los dólares blancos no podrán reciclarse hacia el consumo o la inversión, sin incurrir en una infracción cambiaria.
Otro más de los tantos absurdos que se derivan de las decisiones económicas de una Presidenta que, además de no contar con un equipo económico, razona como si el mundo imaginario de su relato fuera la realidad.