La reunificación y liberalización completa del mercado cambiario sólo podrá ser hecha por un futuro gobierno que inspire confianza y que sea capaz de hacer creíble la regla monetaria que deberá anunciar al mismo tiempo que adopta esa decisión central. Si lo hiciera el Gobierno de Cristina, los resultados serían fuertemente estanflacionarios con alto riesgo de transformarse en hiperinflacionarios.
Un salto devaluatorio manteniendo el actual sistema de controles de cambio sobre el mercado oficial y la ilegalidad del mercado paralelo, desataría una puja distributiva muy dificil de controlar para un gobierno fuertemente debilitado en su capacidad de mediación entre corporaciones y sectores. Además, la emisión monetaria muy probablemente terminaría aumentando en la misma proporción que el salto devaluatorio y el precio del dólar en el mercado paralelo podría terminar aumentando en una proporción incluso mayor a la que represente el salto devaluatorio. Es decir, asistiríamos a un nuevo «Rodrigazo».
Lo único que el Gobierno podría hacer para atenuar los efectos negativos del cepo cambiario es legalizar el mercado paralelo, transformándolo en un mercado financiero y turístico libre, sin restricciones a la compra y venta de divisas. De esa forma podría derivar hacia ese mercado la demanda de dólares para turismo, pagos de dividendos, pagos financieros y repatriación de capitales. Debería permitir que los ingresos de capital y las inversiónes directas puedan liquidarse también en ese mercado libre. De paso, la existencia de este mercado libre podría permitir una reunificación gradual, favoreciendo en el tiempo a las exportaciones que más están sufriendo el atraso cambiario, como las de las economías regionales y de las manufacturas. Ello supondría permitir que un porcentaje de las divisas generadas por estas exportaciones se pudieran vender en el mercado libre.
Este desdoblamiento legal del mercado cambiario no resolverá todos los problemas que crea el cepo cambiario, pero, al menos, dejará un terreno mejor preparado para que un nuevo gobierno que inspire confianza pueda reunificar y liberalizar totalmente el mercado cambiario. Se trata de un tema en el que tanto el Gobierno de Cristina como los candidatos a gobernar en el futuro deberían estar interesados para reducir el riesgo de crisis traumáticas.
Acabo de encontrar en youtube un video en el que hablo de este tema luego del discurso de la Presidente en la Universidad de Harvard, hace precisamente un año. Para los visitantes del blog que quieran verlo incorporo el link a este post.