El sistema cambiario que facilitaría la transición no traumática hacia el mercado verdaderamente único y libre de cambios

Unos trascendidos que salieron en la prensa de una supuesta propuesta de desdoblamiento cambiario como ingrediente de una nueva organización económica que yo habría hecho en Punta del Este, han creado confusión entre amigos liberales. Me apresuro a aclararla.

Yo no propongo que un sistema de doble mercado sea la forma de organización cambiaria de un futuro plan de estabilización. Todo lo contrario, la estabilización eficaz de la economía sólo podrá comenzar el día que se haya logrado la unificación y liberalización completa del mercado cambiario.

Yo procuré explicar cómo se pasa de una situación como la actual, que parte de muchos tipos de cambio diferentes, todos fijados directa o indirectamente por el gobierno, a un mercado de cambios verdaderamente único y libre, sin restricciones para el movimiento de capitales.

Con el sistema actual el gobierno va a seguir perdiendo divisas y va a tener que imponer cada vez más restricciones a las importaciones. Se acentuará la expectativa de un salto devaluatorio en el mercado oficial. Yo he venido proponiendo que el control de cambios se limite al comercio exterior de bienes. Ahora insisto que será imprescindible hacerlo después de las PASO si del resultado queda claro que el futuro gobierno considera que se debe llegar a un mercado único y libre de cambio. En el mercado comercial el tipo de cambio seguirá siendo determinado por el Banco Central hasta la unificación completa. Por supuesto, deberá ajustarlo como mínimo al ritmo de la inflación, para impedir que sufra una apreciación real.

Todas las demás transacciones cambiarias se cursarán por un mercado libre, sin ningún tipo de restricciones y sin que intervenga para nada el Banco Central. Se transarán en este mercado las relacionadas con servicios reales y financieros, incluidas las cobranzas de prestadores de servicios en el exterior, las transferencias de capital, incluidas repatriaciones y dividendos, pero también ingresos decididos por inversores directos o financieros y atesoramiento sin limitación de montos.

El tipo de cambio que resultará en este mercado libre tendrá el techo que imponga el deseo de los tenedores de dólares en el país o en el extranjero de abastecerlo porque resultan atraídos por el alto precio que podrán obtener vendiendo en el presente sus divisas en comparación con lo que esperan que valgan en el futuro.

El anuncio de un nuevo gobierno de que se avanzará hacia la unificación y liberalización total hará que, a partir de un cierto precio del dólar libre, la tendencia sea a la apreciación real, no a la depreciación. Esta tendencia se acentuará cuando el nuevo gobierno comience a adoptar decisiones que restablezcan el equilibrio entre los precios relativos y en las cuentas fiscales.

Lo importante de este esquema cambiario para la transición es que la convergencia hacia el mercado único y libre de cambios se producirá por vía de la apreciación del tipo de cambio libre y los exportadores no tendrán motivo para demorar sus exportaciones porque quedará claro que la unificación del mercado cambiario no implicará salto devaluatorio significativo del tipo de cambio comercial.

Victor Elías: el mas generoso de los economistas apasionados por la excelencia en la investigación y la enseñanza de la economía en Argentina

Victor Elías fue no sólo un gran economista y educador sino, conforme a mi experiencia personal, el académico que más contribuyó a la formación profesional de excelencia de los economistas argentinos desde la década de 1960 hasta el presente.

En mi caso particular, él consiguió que me admitieran en la Universidad de Harvard sin que tuviera siquiera que seguir los pasos habituales para gestionar la admisión. Enterado que el jefe del comité de admisión era el Profesor Zvi Griliches, yo decidí enviarle una copia de un paper econométrico que había escrito y publicado en español en el que usaba una metodología desarrollada por él. Cuando Griliches lo recibió, aprovechó la presencia de Victor Elías como investigador visitante en el departamento de Economía de esa Universidad para preguntarle sobre mis antecedentes. Las muy buenas referencias que Victor le dió sobre mi desempeño como alumno y docente de la Universidad de Córdoba, valió para que Zvi Griliches me enviara de inmediato la admisión. Esto ocurrió en el año 1974.

Yo mantuve desde entonces una relación profesional y de amistad con Victor Elías que me ha permitido aprender mucho de él y de los economistas a los que él ayudó a avanzar hacia la obtención de doctorados en las mejores universidades del mundo. Y esto que me pasó a mi, se que le pasó a decenas de economistas argentinos que lograron su apoyo a lo largo de sus carreras profesionales.

Hace unos pocos meses, en oportunidad del décimo aniversario de la Fundación Federalismo y Libertad, pude conversar largo con él en Tucumán y me contó sobre la trayectoria de los muchos economistas a los que él apoyó para que ingresaran en universidades de excelencia como lo había hecho conmigo. Tenía en su memoria todas las publicaciones y trabajos profesionales, sobre todo los del mundo académico, de cada uno de sus discipulos. Quedé admirado por la devoción que demostraba por seguir acompañando con su consejo y amistad a esos economistas que habían logrado coneguir su apoyo para el inicio de sus respectivas carreras.

Pude constatar que lo que había sido mi relación con él se había reproducido decenas de veces y que además de sus contribuciones académicas al desarrollo de la teoría económica y, particularmente, a la contabilidad del crecimiento, materia en la que fue un lider a escala mundial, fue el promotor más efectivo de la carrera profesional de los economistas argentinos que trataron de perfeccionar sus conocimientos en el exterior para volcarlos, como él ejemplarmente lo hizo, en el avance de los estudios sobre el crecimiento de la economía argentina en el conexto de la economía mundial.

Para ejemplificar el tipo de relación que el mantuvo con los profesionales a los que había apoyado al inicio de sus respectivas carreras, encontré en mi email una muestra que me pertmito compartir con los lectores de este blog.

El 5 de Octubre de 2019 recibí este mensaje de Victor Elias:

Estimado Domingo,

Mi sobrino Carlos Elias me conto sobre tu visita a Harvard y tu conversacion con el Profesor Jorgenson. Me alegro mucho tener noticias de ambos. El Profesor Jorgenson fue crucial en mis contribuciones a «growth accounting»; sigo muy de cerca su trabajo, su gran proyecto de World KLEMS, y lo admiro mucho. Tambien recuerdo con placer a Yair Mundlak y a su gran interaccion contigo, aporte de mucha importancia para el estudio del crecimiento ecnomico argentino.

Espero poder verte en Diciembre en Tucuman.

Muchos saludos para ti Sonia y tus hijos.

Hasta pronto,

Victor Elias

Mi respuesta el 6 de Octubre fue la siguiente:

Querido Victor,

Ahora estoy nuevamente en Cambridge. Vengo seguido porque mi hijo Alberto es Profesor Asociado en la HBS, está en tenure track y si Dios quiere le falta poco para que decidan si le dan o nó el tenure. Mañana tengo que dar una charla sobre Argentina en la Sloan School of Business de MIT y el martes en la Kennedy School of Government de Harvard. Me entretengo hablando con muchos amigos que tengo por acá. La última vez que estuve, cené con Dale Jorgenson y su esposa y, como le conté a tu sobrino Carlos, nos acordamos de tí. Jorgenson te tiene mucho aprecio y admiración. En esta oportunidad no lo he visto, pero voy a llamarlo. Me toca a mi invitarlo esta vez.

Al que extraño es a Yair Mundlak, que posiblemente sabés que falleció hace dos años. Me invitaron de la Universidad Hebrea de Jerusalem a presentar un paper en un simposio que se hizo en su honor. Fue mi mentor, como por lo que me decís, fue Jorgenson para vos.

Estoy ansioso por ir a Tucumán y conversar contigo. Tuve que suspender mi visita el mes pasado porque no me pareció apropiado hablar durante el proceso electoral. Espero poder hacerlo en Diciembre.

Te mando un fuerte abrazo,

Mingo

Hoy, cuando me enteré de su fallecimiento por José Guillermo Godoy, además de rezar por su eterno descanso, me parecio apropiado dar testimonio de lo mucho que le debo en mi carrera profesional. Estoy seguro que los muchos economistas que se consideran sus discipulos, comenzando por su hijo Julio Jorge que está siguiendo sus pasos de manera admirable, coincidirán con mi pensamiento y recuerdos.

Que Dios lo reciba en el cielo y lo premie por su vida ejemplar.