Por Felipe Murolo.
Entre las mentiras que Amado Boudou repite y repite hasta el cansancio (¿lo hará porque ni el mismo se las cree? ayer en el Congreso dijo una gran verdad: “el proyecto de la oposición contribuirá a profundizar el achatamiento de la pirámide”.
Podría decirse que el Gobierno ha quedado preso de su propia estrategia: distribuir “casi” universalmente los recursos del sistema de seguridad social, bastardeando formidablemente los derechos de los jubilados que deberían percibir sus haberes en función de los aportes realizados.
En realidad, es el pueblo argentino el que ha quedado preso de la estrategia de este Gobierno. Como en la Alemania de los 40’ y en la Argentina de la última dictadura, el oficialismo imaginó un escenario de 1000 años de “kirchnerato” y comprometió los recursos de aquellos a los que nunca pensó pagar.
Es razonable que el Ministro esté preocupado por el achatamiento de la pirámide. ¿Pero porqué se preocupa recién ahora, cuando fueron ellos mismos los que la provocaron? Mas aún, ¿porqué seguimos hablando de una pirámide? Me parece que lo que estamos viendo es una gran plaza (el 70% de las personas que cobran el haber mínimo), con una pequeña pirámide en su centro (el 30% restante que cobra algo mas que esa prestación).
¿Está dispuesto el Gobierno a reajustar todos los haberes conforme a derecho, sincerar los índices y modificar la fórmula de movilidad? Si así fuera, a partir de allí sabríamos exactamente cuál es la situación actual del sistema previsional, cuáles son los recursos faltantes (o excedentes) y si se puede, si estamos dispuestos a asignar nuevas partidas, se podrá pensar en aumentar la jubilación mínima en términos reales.
No se confunda esto con falta de sensibilidad social. Se trata de reconocer la necesidad de que tanto el oficialismo como la oposición estén dispuestos a zambullirse incondicionalmente en la piscina de la realidad.