Los chinos conocen, y aplican, la teoría económica de los mercados competitivos
A pesar de la fuerte retórica proteccionista y condenatoria de las violaciones a los derechos de propiedad intelectual y las “manipulaciones monetarias” chinas en el Congreso de los Estados Unidos de América, la actitud de las autoridades chinas es de respeto y comprensión de los reclamos norteamericanos. Siempre están dispuestos a sentarse a discutir soluciones a los conflictos.
Los chinos son muy conservadores, en el sentido de que sólo cambian de políticas cuando se convencen que las anteriores están produciendo resultados negativos. Y cuando deciden cambios, los implementan con mucho gradualismo, ya sea en el espacio o en el tiempo.
Los chinos son conscientes que ellos son los grandes ganadores en la carrera hacia la economía global. Y lo son no sólo porque han logrado 30 años consecutivos de crecimiento del orden del 10 % anual y un impresionante mejoramiento en el nivel de vida de su creciente población urbana, sino porque hace ya años que estudiaron y entendieron el teorema de Stolper-Samuelson y de Rybczynski, que demuestran que el comercio de bienes, aún sin movilidad de la mano de obra, tiende a igualar la remuneración de los factores de la producción, en general, y de la mano de obra en particular.
Los chinos saben que su incorporación a la economía global de mercado, significa reducir drásticamente la relación Capital/Trabajo en el mundo, y ello trae como consecuencia ineludible, el aumento de la renta del capital y la disminución relativa de la retribución al trabajo. Por eso entienden que a pesar de que los capitalistas del mundo ven con ojos amistosos su presencia en la economía global, los gobiernos democráticos de occidente, muy comprometidos con el bienestar de sus trabajadores, no podrán evitar actuar con suspicacia, e incluso oposición, frente al progreso avasallante de China.
Los chinos conocen todos estos conflictos emergentes de su inserción en la economía mundial, porque el la década de los 70, cuando comenzaron a preparar su proceso de apertura económica, dejaron de estudiar en los libros de Marx sus críticas a la Economía Política, y se dedicaron a estudiar economía de mercado.
Cuando yo era un alumno en la Universidad de Harvard, hice un viaje a visitar a amigos que estudiaban en la Universidad de Chicago, y el fenómeno que más me llamó la atención fue ver una gran cantidad de chinos tomando los cursos de Theodore W Schultz, el legendario Premio Nobel por sus trabajos sobre Economía Agrícola.
No fue por casualidad que la reforma China comenzara en la agricultura y con dos medidas muy simples: la asignación de la tierra en “leasing” a cada agricultor, por un período largo de tiempo, y la autorización a los agricultores para vender el excedente de su producción en mercados libres, luego de haber cumplido con la cuota obligatoria que debían entregar al estado. Estas medidas surgían como sugerencias obvias de los cursos de Schultz para una economía como la China de los años 70 y fueron el puntapié inicial de las reformas económicas decididas por el Partido Comunista Chino en 1978.
Luego de aquel viaje a Chicago, comencé a advertir que en las carreras técnicas, tanto de Harvard como de MIT, las dos universidades en las que yo tomaba cursos, había también muchos estudiantes chinos como en décadas anteriores habían asistido muchos estudiantes japoneses y Coreanos.
Estos estudiantes chinos fueron en su momento de gran ayuda para Deng Xiao Ping, que estaba buscando el camino para mejorar la calidad de vida del Pueblo Chino. En mi reciente reciente viaje a ese país, la joven interprete que me acompañó en Shangai, “Estrellita” Yu, me comentó que la interpretación popular de la historia China desde la revolución de 1949 se resume en el slogan: ‘Mao levantó a los Chinos, Deng los enriqueció”.
Es gracias a su buena preparación en la teoría económica de los mercados competitivos que las autoridades chinas entienden los reclamos y las quejas de los gobiernos occidentales, comenzando por el de Estados Unidos de América. Ellos saben que la competencia China tiende a deprimir los salarios bajos y medios de las economías de Occidente, y que su afán por incorporar las tecnologías más avanzadas, muchas veces los lleva a cometer violaciones a los derechos de propiedad intelectual de quienes hicieron las investigaciones y los desarrollos originales.
En los próximos días el Secretario del Tesoro Americano Henry Paulson se reunirá a negociar con la Vicepremier China Wu Yi en Beijing. Yo conocí a Wu Yi, apodada la “Dama de Hierro de China”, cuando vino de visita a la Argentina como Ministra de Comercio siendo yo Ministro de Economía. Me consta que conoce tanto o más que el mismo Paulson de economía de mercado y de las consecuencias del proceso de globalización.
Estoy seguro que ante los reclamos del Secretario del Tesoro, la Dama de Hierro contra-argumentará que el déficit comercial americano es el vehículo a través del cual los Estados Unidos se benefician del aumento de la productividad china, porque permite mantener bajo los precios de muchos bienes y del propio índice de precios al consumidor de los Estados Unidos, a pesar del elevadísimo gasto de consumo de los norteamericanos.
Seguramente Wu Yi terminará haciendo algunas concesiones, porque los chinos están muy interesado en mantener muy buenas relaciones económicas y políticas con los Estados Unidos, pero antes le habrá explicado a Paulson, que esas concesiones perjudicarán a los Estados Unidos, porque privarán a sus consumidores de bienes baratos y de buena calidad y reducirá las posibilidades de tecnólogos, financistas e inversores norteamericanos en China.
En definitiva, Wu Yi le dirá a Paulson, lo mismo que los economistas profesionales de los propios Estados Unidos que entienden el funcionamiento y la lógica de los mercados libres y competitivos, vienen escribiendo en las revistas especializadas de occidente, sin tener ningún efecto sobre los políticos que dominan el Congreso Americano.
Es paradójico pero real. La buena economía está influyendo más sobre las decisiones políticas globales a través del entendimiento de ella alcanzado por las autoridades chinas, que a través de la inteligencia de los líderes norteamericanos.
El conocimiento de las autoridades políticas de los principios de la economía de mercado es otra de las claves del desarrollo económico del Este de Asia. Que valioso sería para países como Venezuela, Bolivia y Argentina que sus actuales gobernantes en lugar de sentir simpatía por el “Socialismo” de los Chinos, aprendieran, como ellos, la lógica
de la economía capitalista.
Bueno, finalmente descubri los articulos de China y el modelo asiatico. Me siento bastante identificado, asique supongo que me acostumbrare a comer arroz.
Existe al fantasia que la economia es siempre un juego de suma cero en el que si uno gana el otro pierde. Es decir, china fabrica computadoras y nos las vende a cambio de soja. Ellos ganan mucho y nosotros ganamos poco. Ellos sustentan su crecimiento en que nosotros les compramos con la soja que cosechamos en un año las computadora que ellos fabrican en un segundo. Claro que despues uno ve las cifras de comercio exterior de los paises-Cenicienta como el nuestro, y vemos que practicamente no contribuyen en nada al comercio mundial porque, justamente y por ese mismo motivo, comprarnos una computadora nos lleva un año entero de cultivar soja. Por lo tanto, muchas no les podemos comprar y entonces dificilmente se esten alimentando de nuestra pobreza.
Si bien parece un mito argentino de los tantos, me surje la duda de si es posible que todos los paises esten colectvamente desarrollados. Alguien estudio si es posible que en una economia mundial que todos ganen? Me doy cuenta de la falacia de perspectiva que tienen los paises-Cenicienta como el nuestro, pero no veo como seria sustentable el modelo de desarrollo global si ponemos como condicion de contorno que todos tenemos que estar inlcuidos.
Por ejemplo, la migracion de las operaciones que requieren mano de obra barata a paises con economias mas primitivos seria imposible si todos estuviesen desarrollados. Los desbalances en las balanzas comerciales conllevan necesariamente a desigualdades y parece imposible que haya progreso en una zona sin un balance comercial positivo que necesariamente implica uno negativo en otra zona. Hay intelectuales en economia que se anticipen a estas cuestiones?
El balance comercial positivo en algunos países y negativo en otros no significa que unos ganen y otros pierdan. Por ejemplo, un país que ofrece muchas oportunidades de inversión para modernizar su economía y atrae inversión directa extranjera, puede tener balanza comercial negativa porque importa muchos bienes de capital y compra teconología. Esa balanza comercial negativa es la contracara del uso de ahorro externo para complementar al ahorro interno en el financiamiento de la nueva inversión. Eventualmente, si la inversión es eficiente, ese país podrá aumentar mucho sus exportaciones y general la balanza comercial positiva que le permitirá pagar los dividendos del capital que entró o sus intereses si es que vino en forma de préstamos.
Lo que determina que un país gane es el ritmo de crecimiento de su productividad. En la medida que sea superior al promedio, ese país estará cerrando la brezha con respecto a los países más avanzados. El crecimiento de la productividad depende de cuán rápidamente cada país llega a la frontera tecnológica en todos sus procesos productivos. Para ello se necesita inversión eficiente no sólo en capital físisco sino en capital humano. Esa inversión se financia con ahorro interno y , eventualmente, con ahorro externo. Es perfectamente posible imaginar un mundo en el que todas las economía se beneficien. En ese mundo necesariamente deberán crecer más rápidos los países que parten de niveles de productividad mas bajos, es decir, los que están más alejado de la frontera tecnológica. Los paises más atrasados serán proveedores más eficientes de bienes y servicios de poca sofistificación teconlógica y los países más avanzados serán precisamente los proveedores de las nuevas tecnologías porque su ventaja comprativa está precisamente en sus universidades, centros de investigación y departamentos de Investigación y Desarrollo de sus empresas. Pero la demanda de estas teconologías crecerá más rápidamente si se desarrollan rápido las economías más atrasadas, porque éstas sólo pueden mejorar su productividad invirtiendo e implementando aquellas tecnologías. Sin duda en un mundo que progresa por el avance tecnológico, la economía no funciona como un juego de suma cero sino como un juego de suma positiva.
Soy estudiante de administración de empresas y me encanta el analisis de la economia mundia, lei este artículo con el fin de aclarar mis dudas para un examen de Macroeconomía. Me fue muy útil y a la vez me ayudó a enrriquecer mis conocimientos sobre el sistema economico de China, en comparación con los Estados Unidos. Me encantaria que los politicos de mi país (Puerto Rico) supieran aplicar diferentes sistemas y buscaran opciones para mejorar nuestra economia que cada vez esta peor.
Muchas Gracias
Me alegro Viviana que le haya sido útil mi artículo y que lo haya leído desde Puerto Rico. Afectuosos saludos.